Nuestro “polaquito” resistió hasta el final

Creado: Dom, 20/09/2015 - 16:56
Créditos
Jorge Esténger Wong
Nuestro “polaquito” resistió hasta el final

Excelencias del Motor en el mes de abril contaba la historia del popular FIAT 126p, en Cuba conocido como ”polaquito“ por ser fabricados en Polonia. Como sabemos, la raíz se encuentra en el FIAT 126, uno de los modelos más populares del gigante italiano. Ahora ofrecemos un interesante epílogo de este modelo, que viene a complementar aquel trabajo. Los numerosos amantes del simpático carrito encontrarán aquí nuevos motivos para continuar el idilio. Veamos.

Como es sabido, el 126 fue la elección de FIAT para sustituir su famosa versión del 500, de 1957, desgastado por años de permanencia en el mercado. Fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín, en 1972, y estilísticamente deriva del concept car "Taxi City" realizado por Pío Manzú, en 1968. Fue importante en el nuevo modelo el esfuerzo hecho en la seguridad, con el concepto de protección mediante zonas de resistencia diferenciadas.
 
Ahora bien, es interesante saber que la fabricación del 126 se terminó el 22 de septiembre del 2000, en Italia, cuando salió el último coche de la cadena de montaje perteneciente a una Edición Limitada de 1 000 unidades llamada ‘Happy End’ de los que 500 eran rojos y otros 500 amarillos. Se habían fabricado un total de 4 673 655 unidades, la cifra más alta de Fiat, de ellos 1 352 912 en Italia. En Austria se hicieron otros 2 069 por Graz y en Polonia 1 152 325 en la fábrica de Bielsko Biala y 2 166 349 en la de Tychy, donde se fabrica el 500 actual.

Con la llegada del nuevo milenio la obsolencia del 126 era innegable y la ”Happy End“ de FIAT parecía un cierre bonito y agradecido de la firma a su caballito de guerra. Sin embargo, al este de Europa el revulsivo polaquito se negaba a sucumbir sin cruzar la meta del milenio. Aferrado a varias mejoras hechas en la década anterior el modelito aún continuaba saliendo de las factorías polacas.

Desde los años noventa se producían versiones refrigeradas por agua, con inyección electrónica de combustible y convertidor catalítico, llegando a existir algún prototipo para una versión Kombi, que jamás llegó a la producción. Se había mejorado el interior, especialmente la pizarra, los materiales de asientos y la luz de marcha atrás ocupaba mayor protagonismo en la parte trasera. Así, nuestro pequeño protagonista llegó hasta el 3 de octubre de 2003, cuando cesó toda producción de cualquier versión del FIAT 126. Pero, no quepa duda: nuestro pequeño ”polaquito“ resistió hasta el final.

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Jorge Esténger Wong