Llega con ansias de comerse el mercado el nuevo RX8 de Mazda con un diseño tan sport, que es difícil no encontrarlo atractivo. En principio lo tiene todo: cuenta con esa notable apariencia coupé; un puesto de conducción bajo y deportivo; un motor diferente a los demás y está rematado con un acabado interior de lo más sugerente. La versión base del motor RENESIS (Rotary Engine Genesis) produce 192 CV y llega a una versión tope de 231 CV.
Lo mejor del RX8 es su habitabilidad, sus medidas una vez dentro y el fácil y rápido acceso que se tiene a las plazas traseras. El diseño es innovador y hace del habitáculo en la parte delantera uno de los mayores atractivos del coche con la consola central que se prolonga hasta el espacio de separación de ambos asientos.
En la parte del frontal posee un cuadro de mandos redondeado y unas salidas de aire lineales y elegantes. La palanca del freno de mano está situada prácticamente en el asiento del copiloto, lo que da una idea de la prioridad total que se ha dado en la fila frontal al piloto. No le faltan espacios portaobjetos, pero el maletero no llega a los 300 litros, una cantidad que es insuficiente pero a la que no podemos exigir más si tenemos en cuenta la naturaleza y las medidas de esta carrocería.
Sin duda uno de los factores clave para vender este coche es el innovador diseño que se ha hecho. Desde las llantas de 18“ que adornan la carrocería, hasta detalles como la tapa del combustible, las entradas del aire o el escape cromado. Todas estas cosas embellecen un conjunto de 4,43 metros que por encima de todo pretende ser un deportivo.