Peugeot 404, el bastión de los sesenta

Creado: Dom, 18/04/2010 - 23:47
Créditos
Jorge Esténger Wong
Peugeot 404, el bastión de los sesenta

La historia del 404 comenzó mucho tiempo atrás y traía todo un nuevo aire en su diseño, muy acorde con la década de los sesenta.  Atrás había quedado la carrocería angosta, tipo pontón, de escasa visibilidad de modelos anteriores y cuyo aspecto pesado era capaz de cansarnos con solo mirarla.  Ahora todo el auto respiraba libertad a través del amplio uso del cristal, líneas claras, estilizadas y amplio espacio interior.

Debajo del capó cuatro cilindros en línea ofrecían una clase magistral de funcionamiento parejo, suave y eficiente donde la palabra clave era, sin embargo, durabilidad.  Con ”apenas“ 70 CV de potencia este motor ofrecía una comodidad de funcionamiento envidiable.

No obstante los nuevos tiempos imponían mejores resultados y Peugeot desarrollo en épocas tan tempranas como 1962 una nueva versión dotada de inyección de gasolina a la cual denominó KF2, donde la potencia llegó a alcanzar los 96 CV.  Así el auto rebasó la mágica barrera de los 160 km/h para un sedán de su tamaño y este aumento en las prestaciones impuso todo un desarrollo de nuevos conceptos de estabilidad y seguridad. Se podría decir que las modificaciones al chasis, los frenos y la transmisión implicaron casi el desarrollo de todo un nuevo vehículo.

En un inicio la inyección fue reservada para el Cabriolet diseñado por Pininfarina, pero en apenas un año se presentó en la versión Super Luxe de cuatro puertas.  El sistema de inyección Kügelfischer ofrecía excelente torque y potencia a bajas revoluciones del motor de forma que los 160 km/h se obtenían frisando las 5 600 rpm, aún por debajo de la zona de máxima potencia en la curva del motor, la cual se obtenía a las 6 000 vueltas. Ello permitió al Peugeot 404 ser un auto con buenos resultados competitivos, ganando el Rally Safari en 1963, 1966, 1967 y 1968.

 

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Jorge Esténger Wong