Porsche y Chevrolet, los más veloces en Artemisa

Un precioso Porsche rojo de 1980 y un Chevrolet 1952 denominado por la afición ”la viuda negra“, estremecieron a los miles de aficionados que acudieron a presenciar la competencia de aceleración contra reloj individual a la distancia de 400 metros efectuada en la pista del aeropuerto de Artemisa.

En medio de este festival dedicado al primer aniversario de la creación de la provincia de Artemisa se produjeron aplaudidas demostraciones de tres de los mejores exponentes de la motovelocidad cubana: los hermanos Gustavo y Lucién Vázquez y Félix Lazo.

La reunión automovilística organizada por la FAKC y el Club de Autos de La Habana también concentró a 25 pilotos, quienes salieron al asfalto de Maravilla Roja con sus autos Lada, Peugeot, Fiat, MG, Chevrolet, Ford y de otras marcas clásicas, en pos de los máximos honores en las categorías de 4,6 y 8 cilindros.

Tras los resultados de la primera manga en la categoría de autos preparados con tiempos bastante parejos entre 14 y 16 segundos. Tres autos: Porsche 1980 con mecánica chevy V8, Chevrolet 52 con motor V8 y un Ford 1956 V8, desataron una enorme polémica entre la disciplinada multitud que esperaba ansiosamente el tremendo duelo en la carrera final.

El Porsche conducido por Carlos Álvarez hizo el mejor tiempo de la jornada al marcar 14 segundos y 9 centésimas, por el 14,94 que estampó el Chevrolet 52 de José Antonio Madera. El Ford color negro mate de Armando Lorenso Munnet terminó con 16,09.

En los cuatro cilindros se impusieron Eduardo Borges (16,35), Danis Qurechi (17,55) y Roberto González (18,15), mientras que en los carros de seis cilindros los premios correspondieron a José Carlos González (18,95), Armando Lorenso (21,41) y Sergio Falcón (25,13).

Juan Carlos Valdés dominó en la clase de 8 cilindros (18,88), seguido por el conocido kartista Ernesto ”Kuki“ Reigoza (19,88) y Arturo Peña (20,45).

Esta nueva y exitosa experiencia de la Federación Cubana de Automovilismo, que contó con todo el orden de la enorme afición presente y el respaldo de las autoridades locales, debe marcar ya el inicio de una etapa definitoria para que el automovilismo se proyecte hacia actividades más exigentes.