Ignacio Barraquer (1884 – 1965) fue un reconocido oftalmólogo que alcanzó la fama internacional gracias a sus avances en la cirugía de cataratas. Además, fue el creador de novedosas técnicas que se convirtieron en estándares mundiales en la oftalmología y a su clínica de Barcelona acudían celebridades y miembros de las realezas de todo el mundo. Pero más allá de su profesión, Barraquer era también un enamorado de los automóviles. En la década de los 50 se hizo con este exclusivo Mercedes-Benz 300 S Coupé de color negro y con un elegante diseño que ahora Catawiki está ofreciendo en subasta.
La subasta de este clásico de la automoción podría superar el medio millón de euros. El reconocido oftalmólogo catalán Ignacio Barraquer era un apasionado de los automóviles. Solo se fabricaron 216 unidades del 300 S Coupé y solo unos pocos como Barraquer tuvieron el privilegio de poseerlo. Se conserva en su estado original y no ha sido restaurado.
El modelo 300 S es una auténtica joya automovilística de mitad del siglo pasado. Fue presentado en el Salón de París en octubre de 1951, y fue el primer coupé de lujo desarrollado por la casa Mercedes tras la II Guerra Mundial. Su coste de producción era diez veces superior al de los coches estándar y por ello únicamente se fabricaron 216 unidades de la versión coupé. Solo algunos clientes exclusivos y personajes famosos pudieron hacerse con un ejemplar y Barraquer fue uno de los pocos afortunados que consiguió tener uno en su colección. Esta unidad fue matriculada en Barcelona en 1953 y se conserva perfectamente pues nunca ha sido restaurado y sigue manteniendo su estado original. El 300 S Coupé cuenta con un interesante motor con una potencia de 150 caballos y capacidad para alcanzar los 110 km/h. A pesar de los años transcurridos, mantiene su carácter atractivo gracias a la elegante carrocería que conserva aún su brillo y esplendor y a los icónicos faros delanteros para iluminar la conducción nocturna. Su cuentakilómetros marca actualmente 5.033 kilómetros que no son comprobables, ya que estos contadores al llegar a 100.000 volvían a ponerse a cero.
Si miramos en su interior, se observa su tapicería en cuero de color rojo y de alta calidad, además de los recortes de madera en las puertas y en el tablero que se mantienen en perfecto estado.