Topolino, la historia de un mito

Creado: Dom, 16/05/2010 - 19:37
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Jorge Esténger Wong
Topolino, la historia de un mito

El Topolino fue uno de los modelos más populares de FIAT en la primera mitad del siglo XX, a pesar de ello su producción apenas rebasó el medio millón de unidades.  La razón principal para esta paradoja está en los duros tiempos que le tocó vivir a este fuerte y simpático cochecito.  Toda la idea se generó alrededor de 1930, cuando la Gran Depresión hacía de las suyas en el mundo.  Agnelli en persona decidió que FIAT  debía lograr un pequeño auto práctico, robusto y de precio asequible para la mayoría de la sociedad. 

El proyecto estuvo bajo la dirección de Dante Giacosa, apoyado por Antonio Fessia (dirección técnica) y Rodolfo Schaeffer (estudio de diseño) quienes configuraron el vehículo y le aseguraron la capacidad de alcanzar unos 70 km/h de velocidad máxima con un motor de una potencia de 13 CV.  El 500 A Topolino, con sus 3,215 metros de longitud total, sería en aquel momento el automóvil más pequeño construido en serie y su precio rondaría las 9 000,00 liras de aquel entonces.

El Topolino tuvo una vocación internacional desde el principio.  De hecho, hasta donde conozco, fue presentado algo antes la versión francesa de manos de Simca, bajo licencia de FIAT.  El suceso ocurrió el 30 de marzo en Nanterre, mientras el FIAT 500 A estuvo a la vista del público solo el 15 de junio, aunque su comercialización comenzó el 24 del mismo mes, antes que el Simca 5 francés, el cual no llegó al mercado hasta septiembre.  Existieron producciones importantes también en Alemania por NSU-FIAT, en Holanda con Mulder-Cars y hasta en Polonia con Polski-FIAT.

El pequeño auto se ajustó de maravillas a la época: los duros años treinta, la Segunda Guerra Mundial y los años de la post-guerra.  Fueron tiempos donde los recursos escaseaban y automóviles de su tipo crearon los cimientos de la recuperación, a la vez que proporcionaron a sus propietarios una ayuda invaluable que hoy desde nuestra cómoda poltrona en el siglo XXI tal vez no seamos capaces de imaginar. 

El Topolino jamás alcanzó 100 km/h, a pesar de que sucesivas versiones mejoraron su motor original de válvulas laterales.  FIAT fue desarrollando el 500 en la pos-guerra, haciéndolo más versátil, rápido y moderno. Primero le sustituyó el motor de válvulas laterales por uno de válvulas en cabeza, el cual elevaría la potencia hasta los 16,5 CV, luego introdujo la carrocería Giardiniera de cuatro plazas y, por último, el estilo del 500 C adaptado a necesidades y el gusto de la clientela de los cincuenta.  Así se mantendría en producción hasta 1955 cuando otro gladiador saldría a la arena: el FIAT 600.

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Jorge Esténger Wong