No es fortuito, no. Si alguien quiere disertar sobre ecología y sostenibilidad en la industria automotriz, tendrá que referirse forzosamente a Toyota. Más aún ahora que el primer fabricante mundial, autor del célebre híbrido Prius, ha decidido potenciar el uso del plástico ecológico denominado bio-PET en el interior de sus vehículos.
No en vano, se trata de un material derivado de la caña de azúcar, que resulta resistente al calor, dura más que los plásticos convencionales y potencialmente puede tener un costo similar al de los elaborados a partir de petróleo, según proclamó el gigante japonés, que pretende utilizarlo tanto en los recubrimientos como en otras superficies.
Aunque la multinacional nipona comenzó a utilizar plásticos ecológicos en sus vehículos hace justamente una década 2000, es recién ahora que ha optado por implementar el uso intensivo de este material en el Lexus CT 200 h, un híbrido de lujo y con bajas emisiones contaminantes, que incluirá desde principios del próximo año cubiertas a base de bio-PET. Aunque igual prevé lanzar ya el próximo año un modelo en el que dicho material represente el 80 % del interior del vehículo.
Hasta ahora Toyota ha conseguido el mayor índice de utilización de este plástico ecológico con el 'Sai' híbrido, lanzado en diciembre del 2009, en el que el bio-PET figura hasta en un 60 % de su habitáculo. Quién dice entonces que la apuesta verde de Toyota no es más plena que nunca.