Toyota se lanza a un complicado contraataque en defensa de su reputación

Creado: Dom, 21/03/2010 - 20:06
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Julio César Rivas (EFE)
Toyota se lanza a un complicado contraataque en defensa de su reputación

Toyota se ha lanzado al ataque para contrarrestar las consecuencias de las llamadas a revisión de millones de vehículos en Norteamérica pero la tarea está siendo mucho más difícil de lo anticipado.

Tras reconocer sus fallos, los principales directivos de Toyota, tanto en Japón como en Estados Unidos, acudieron al Congreso estadounidense a disculparse de forma pública ante los legisladores y el público. El siguiente paso del fabricante japonés fue volver a sus actividades habituales, producir y vender automóviles, sin mirar atrás más de lo necesario.

Finalmente, el lunes Toyota lanzó un ataque demoledor contra David Gilbert, el profesor de ingeniería del automóvil que mostró ante las cámaras de televisión y testificó ante el Congreso que los vehículos del fabricante japonés pueden sufrir aceleraciones incontroladas.

Para ello, Toyota convocó a sus ingenieros y a los especialistas de una reputada firma estadounidense a la que ha contratado para que estudie los problemas de aceleración involuntaria en sus vehículos.

Pero casi al mismo tiempo que Toyota utilizaba el poder de la ingeniería para intentar tranquilizar a unos y otros sobre la seguridad de sus vehículos, James Sikes, un conductor de 61 años, experimentaba precisamente lo contrario en una autopista californiana.

A las pocas horas de que Toyota terminase su demostración ante los medios de comunicación, Sikes denunció que su Prius aceleró de forma incontrolada hasta alcanzar 90 millas (unos 145 kilómetros) por hora mientras circulaba en una autopista en las cercanías de San Diego.

Sikes sólo pudo parar gracias a la ayuda de un agente que primero le dio instrucciones para desacelerar su automóvil y luego utilizó el vehículo policial para frenar totalmente el Prius. El incidente de Sikes, especialmente dado el momento en que se produjo, subraya los problemas que va a tener Toyota para recomponer su imagen.

Las demandas populares contra Toyota se están apilando en Estados Unidos (ya son unos 90) y en Canadá (otras dos), lo que le podría costar al fabricante miles de millones de dólares. Tras el incidente de Sikes, "The Wall Street Journal" dijo que Toyota estaba preparándose para llamar a revisión en Estados Unidos el Prius de los modelos 2004 a 2009 pero que el fabricante todavía no había encontrado una solución al problema de pedales atrapados por la alfombrilla de lado del conductor en esos modelos.

Pero Toyota dijo el martes que la información es incorrecta y que no está planeando una nueva llamada a revisión para esos modelos. "Para ser claros, el 2 de noviembre de 2009 los Prius 2004-2009 fueron parte de una llamada a revisión voluntaria para responder a la retención con alfombrillas en algunos vehículos de Toyota y Lexus" afirmó el fabricante a través de un comunicado. "El proceso de reparación para esos vehículos empezó a finales de 2009 y está ocurriendo de forma paulatina en 2010" añadió la empresa.

El problema es que, tras el incidente del lunes, Sikes declaró que había llevado su Prius al concesionario para que los mecánicos aplicasen la solución ideada por los ingenieros de Toyota. Según Sikes, el personal del concesionario le informó de que su modelo no estaba incluido en la llamada a revisión y el Prius de Sikes volvió a la calle tal y como entró. Además, Sikes dijo que en su caso el problema no fue la alfombrilla sino el pedal del acelerador, que se quedó atascado.

La Administración para la Seguridad en la Carretera (NHTSA por sus siglas en inglés) y la propia Toyota han anunciado el envío de investigadores para estudiar el vehículo de Sikes. Pero con más de 60 informes de aceleraciones involuntarias en automóviles que han sido reparados, los problemas de Toyota siguen siendo difíciles de controlar.

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Julio César Rivas (EFE)