Cuando Pontiac acaba de celebrar su centenario con su desaparición del escenario automovilístico universal y, peor aún, su propietaria General Motors respira directamente de la cámara de oxigeno artificial que decretó su bancarrota; un pequeño auto ha sostenido su existencia (y ventas) para regalarnos uno de los contados aniversarios felices que tendremos la oportunidad de reseñar en este 2009 inolvidable.
Fue en el primer semestre de 1959 que salió tímidamente desde las entrañas de la vieja fábrica de la localidad de Cowley, en Inglaterra, un diminuto vehículo que contra todos los pronósticos se iba a convertir en un verdadero gigante de la industria automotriz; capaz de sobrevivir a los descomunales dinosaurios que dominaban la tierra en ese momento de la mano de los ”Tres Grandes de Detroit“. Se trataba del Mini Minor, el cual con su patente de identificación 621 AOK (ya legendaria por cierto) mostraba al mundo entero su color Old English White para comenzar un camino que lo ha visto surgir y resurgir en interminable cantidad de variantes y generaciones.
Mostramos la imagen del primer Mini producido; de un total de 600 000, en la vieja planta de Cowley entre los años de 1959 a 1968. Luego la cifra explotó hasta llegar a los más de 6 000 000 de vehículos producidos hasta hoy; cuando ya el Mini dispone de una moderna instalación en Oxford, la cual a pesar de todas los avances de la época logra mantener el espíritu y la filosofía de aquel primer Mini Histórico. ¡Gracias Mini por estos primeros cincuenta años de vida y el regalo de este tan necesario Feliz Aniversario!