Un auto único en Cuba

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:46
Créditos
Jorge Esténger Wong

Las verdaderas amistades perduran en el tiempo. Este Skoda 110R de los años setenta es el símbolo de una amistad que rebasó los límites de la existencia y dejó para su dueño, Luis Balmaseda Ramos, las tantas enseñanzas y experiencias que compartiera con una entrañable amiga, la escritora chilena Elizabeth Raiman.

Luis la conoció allá por los años setenta, cuando él terminaba sus estudios. Mecánico ya de profesión, era de los pocos que en aquellos años se atrevía a desafiar un auto europeo con motor trasero. Apenas cuatro ejemplares del Skoda 110R habían llegado a Cuba, traídos por profesionales de la entonces Checoslovaquia, y eso lo convertía en toda una rareza.

Oportunidades de trabajo lo apartaron de la Habana y aunque mantuvo comunicación con Elizabeth, el pequeño deportivo de la marca eslava resintió su ausencia de forma lamentable. A su regreso a la ciudad, por el año 1985, ya el auto estaba en franco abandono en medio de las malezas de un placer cercano. Peor aún: su dueña, debilitada por un cáncer que acabaría finalmente con su vida, había renunciado desde hacía algún tiempo (como es lógico) a su uso.

Ante tal estado de cosas, Luis comprendió la necesidad que podría existir en cualquier momento de un transporte. Los viajes al hospital y otras gestiones demandaban una movilidad que la enferma ya no tenía. Con la celeridad que la situación requería, Luis comenzó a localizar los otros tres autos que habían llegado a Cuba: todos habían sido descontinuados por sus dueños. Gracias a esto pudo de inmediato echar a andar el Skoda, sin mucho detalle pero con seguridad. Armando pieza de aquí, con otra de allá logró que el vehículo casi chatarra volviera a la vida. Luego comenzó a conocer un poco más de esta marca, sus características e historia. Buscó manuales y catálogos de piezas, los cuales aún conserva.

Toda estaba en idioma checo, pero aún así pudo establecer medidas de reparación, calibración; holguras y otros datos importantes que le ayudaron en su tarea. De igual forma pudo confirmar que, mecánicamente, este Skoda 110R convertible de 1971 era idéntico a los modelos convencionales de la marca, los cuales eran más comunes en esa época en Cuba y para los que era relativamente fácil encontrar repuestos.

El Skoda, ya mejorado de su abandono, pudo servir a su propietaria en los momentos en que más se le necesitó. Fue voluntad expresa de su propietaria que quedara en su poder: un auto sencillo, sin gran renombre, ni características exóticas. Es, sin embargo, de un valor único para Luis Balmaseda. El mismo le ha hecho las reparaciones de chapistería y pintura. El motor se ha reparado de igual forma, aprovechando la inagotable fuente de iniciativa del cubano, que ha logrado producir partes y agregados de forma casi artesanal. Ha sido el caso de metales de apoyo de cigüeñal, aros de pistón, juntas de tapa de block y otros similares.

Hoy, cuando Skoda ha relumbrado su prestigio y muchos empiezan a ver en el auto otros valores, Luis asegura no deshacerse de él en ninguna circunstancia y se planta con orgullo (en las reuniones de la Escudería a LO CUBANO, donde está inscrito) ante los elegantes modelos de ”impresionante pedigrí“. En esas actividades ha logrado importantes premios y reconocimientos por su singularidad; originalidad y excelente estado general.

SKODA 110R 1971

Solo cuatro unidades llegaron a Cuba en la década del setenta, siendo este el único ejemplar que ha sobrevivido en el tiempo. Su reparación ha sido hecha por su propietario, lo cual incluye trabajos de chapistería y pintura. Es una carrocería dos puertas; descapotable; con motor trasero de cuatro cilindros en línea, 1.107 litros de desplazamiento, enfriado por agua (con la curiosidad de que el radiador se encuentra en el frente del auto y por tanto el agua se trasiega a todo lo largo del vehículo por sendas tuberías), y potencia de 45,6 CV. Todo ello permitía al Skoda 110R alcanzar 160 km/h y un consumo de 9 l/100 kms. Además poseía una caja de velocidades manual de cuatro cambios; y neumáticos de trece pulgadas. El modelo solo estuvo en producción dos años: 1970 y 71.

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Jorge Esténger Wong