La historia del vuelo 914 de Pan Am atrae a los que aún no conocen la verdad detrás de la noticia... y a los que la conocen, también.

El tema no es nuevo en Excelencias del Motor. En su edición digital # 94, en el 2019, tomó espacio el vuelo 914 de la línea aérea estadounidense Pan American, un vuelo que, con 57 pasajeros, despegó de Nueva York, en el 1955, y aterrizo 37 años después.

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El artículo en cuestión fue uno de los más leídos y, como lo sigue siendo, retomamos el tema para satisfacción de los lectores de entonces y de ahora que no dejan de pasmarse por lo narrado.

Lo cierto es que todo lo relacionado con el vuelo 914 es absolutamente falso; sin embargo, también es absolutamente hechizante -como todo lo que involucra lo sobrenatural e inexplicable- al punto de que, sin importar la verdad de su mentira y el paso de los años, todavía hay quienes se resisten a refutarlo y acuden a diferentes hipótesis para justificar lo ocurrido.

Po eso, no es extraño leer comentarios como el siguiente, cuando se publica algo relacionado con el “enigmático” suceso:

-¿Y nunca se registraron noticias sobre su aterrizaje en Miami en 1992? Debió ser una gran noticia en ese entonces. Realmente quiero saber más. ¡Esto es tan interesante! ¿Tal vez la otra dimensión y el viaje en el tiempo realmente existen?

Que la nave viajó en el tiempo a través de un portal, es el argumento más recurrido para esclarecer el suceso, así como el de que, tal vez, extraterrestres son los responsables.

La solución es mucho más mundana: un invento, una información con propósitos efectistas, para acaparar la atención de los lectores - lo cual consiguió de inmediato- y promover las ventas del semanario que le dio vida, el Weekly Word News (WWN).

WWN fue un periódico estadounidense de frecuencia semanal, impreso entre 1979 y 2007 y que ahora se encuentra en formato digital; ahora bien, WWN nunca ha sido una fuente de información confiable y de sólida reputación, y hay quienes lo han calificado como “un tabloide infame que no vacila en publicar historias completamente ficticias”.

Y de tal suerte, desbordante imaginación y podríamos hasta decir falta de escrúpulos, brotó la intriga de la supuesta partida del avión operado por Pan Am con el número de vuelo 914 (de hecho, la línea aérea no tiene en sus registros un vuelo bajo ese número), y su más que retardado aterrizaje.

La presumida desaparición, aunque se remonta al año 1955, solo ocupó páginas décadas después; el semanario la divulgaría en diferentes oportunidades, la primera en 1985, pero su difusión en 1992 es la más conocida, de ahí que la cifra de años extraviado más barajada sea la de 37. En todas, el reportaje mostraba imágenes gráficas incoherentes.

Por si fuese poco, WWN publicó en 1989 un incidente similar al del 914, esa vez como protagonista tendría al vuelo 513 de Santiago Airlines, el cual supuestamente partió el 4 de septiembre de 1954 de la aquel entonces Alemania Federal, rumbo a Porto Alegre, Brasil, donde debía arribar 18 horas después; en cambio, lo hizo en octubre de 1989 (pero dejemos al 513 para otra oportunidad, de cualquier forma, la autoría del relato corresponde al WWN y ya sabemos a qué nos enfrentamos.).

ZONA CREPÚSCULO

Si bien el WWN es totalmente responsable de todo lo antes referido, es probable que aquellos que hayan visto la serie estadounidense “The Twilight Zone”, transmitida en la TV entre octubre de 1959 y junio de 1964, puedan encontrar puntos de comparación entre las incrédulas noticias de los vuelos 914 y 513 con el relato de uno de sus episodios.

“Zona Crepúsculo”, en su episodio número 54 “La Odisea del Vuelo 33”, recrea cómo en 1961, un avión comercial en viaje desde Londres a New York, debido a una ruptura de la barrera del tiempo, viaja primero a la era prehistórica y luego a la New York de 1939.

PATRAÑAS QUE DISTRAEN

Los incidentes que WWN da a conocer derrochan fantasía, si bien algunas veces el contenido es tan trivial que se vuelve burlesco. Son falsas noticias, pero lo innegable es que una amplísima banda de lectores, adora leerlas. Y es que el WWN entretiene, divierte, invita a conjeturas y alimenta el interés por lo inverosímil.

Pero cuidado, una noticia falsa puede terminar siendo muy nociva, un poderoso estimulante emocional que consigue jugar a su antojo con el lector excitando sus sentidos y convicciones.

Comoquiera, y de vuelta al vuelo 914, es ilusorio, quimérico, embustero... pese a ello, alguna que otra vez se retoma en diversas plataformas informativas; y hay hasta quienes entrever que quizás, quizás... tal vez no en aquella ocasión, ¿pero en el futuro... quién sabe?