Michelin ha sorprendido una vez más durante la celebración de la undécima edición de la Challenge Bibendum presentando una innovación que nos hará la vida más fácil a todos los conductores. Se trata del primer neumático que se auto repara, al ser capaz de rodar por encima de clavos sin perder ni un solo gramo de presión.
Esto lo consiguen gracias a un compuesto de goma que, a pesar de ser un material firme y estable, es capaz de tapar instantáneamente un agujero que se produzca en su banda de rodadura. El nuevo 
compuesto, además, no supone cambio alguno en el resto de prestaciones del neumático, manteniendo la resistencia a la rodadura o las vibraciones exactamente en los mismos niveles que un neumático convencional.
Las ventajas son numerosas, sobre todo si tenemos en cuenta que, si en Europa el riesgo de pinchar se produce cada 75.000 kilómetros, en algunos países de Asia el riesgo aparece cada 3.000 km. Con un neumático que no se pincha, se fabricarán menos neumáticos al no ser necesarios los recambios.
Pero lo mejor es que evitando la rueda de repuesto, así como el gato y otros útiles necesarios para cambiarla estamos eliminando unos 30 kilos de peso. El ahorro en combustible y en emisiones contaminante es claro. Sólo el CO2 y teniendo en cuenta un entorno urbano, la reducción puede ser de 1,9 gramos por kilómetro. También se puede utilizar ese nuevo espacio 'reencontrado' para aumentar la carga en unos 80 litros.
Otra novedad también muy importante es un nuevo neumático para camiones, aún no producido, que es capaz de transportar hasta cinco toneladas, con lo que un remolque de dos ejes puede transportar la misma carga que uno de tres. Esa eliminación de un eje supone un ahorro de hasta 900 kilos de peso menos o 900 kilos de mayor capacidad de carga. Esta mayor productividad se consigue a la par con una frenada mejorada, es decir, más seguridad y la misma duración en cuanto a vida útil en kilómetros.