El reciente anuncio del adiós de Porsche al WEC para aterrizar en la Fórmula E en 2019 parecía disipar los rumores del supuesto interés de la firma de Sttutgart de entrar en la Fórmula 1, pero nada más lejos de la realidad.
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Lutz Meschke, Vicepresidente de la Junta Ejecutiva y miembro de la Junta de Finanzas y Tecnología de la Información de Porsche, ha confirmado en declaraciones a Motorsport.com que su regreso al 'Gran Circo' es un objetivo real. No obstante, no se haría efectivo hasta 2021, año para el cual está previsto un cambio en la normativa de motores que se traducirá en un desembolso menor para los constructores, calidad en la que entraría la marca a la competición. Un aliciente que también ha suscitado el interés de Aston Martin.
El interés de Porsche es real y de hecho Meschke se reunió con Ross Brawn y otros dirigentes de la Fórmula 1 en Monza. Pero para entender la situación de Porsche en conjunto, hay que ir hacia atrás. A finales de julio anunció que, tras cuatro años en el WEC (Campeonato del Mundo de Resistencia) y tres victorias en las 24 horas de Le Mans, no iban a seguir compitiendo allí en 2018.
A fin de cuentas ya habían demostrado ser capaces de imponerse a rivales de altura como Audi y Toyota y después de defender su posición como la marca más laureada en Le Mans, la millonaria inversión ya no podía traer más ganancias. En su lugar, decían, iban a pasarse a la Fórmula E, donde por una fracción del dinero que hay que gastar para correr en el WEC iban a tener mucho más retorno en imagen.
"La Fórmula E es muy importante para nosotros en este momento, y la F1 es siempre un buen tema a tener en cuenta y creo que están con un debate muy interesante sobre los nuevos motores", afirmó Meschke. En cualquier caso, lograr ese abaratamiento en la elaboración de la tecnología sigue siendo un requisito indispensable por parte de Porsche para seguir adelante.
Ahí es precisamente donde está la clave del asunto, puesto que Porsche tiene los medios económicos para estar compitiendo en una categoría de nivel mucho más alto. Así entran en juego Liberty, la Fórmula 1 y su atractivo futuro. En solo una temporada, la nueva dirección del campeonato ha logrado cambiar la mala percepción que se tenía de la categoría reina gracias a una mucho mejor gestión de su imagen, aunque también a la lucha entre Mercedes y Ferrari que logra devolver la emoción a las carreras. La noticia del interés de Porsche es buena porque la entrada de una marca de este calibre cuando se introduzca la nueva normativa de motores en 2021 podría atraer a otras en un efecto dominó que no es desconocido para el deporte del motor. Además, los dos 'potros' —Porsche y Ferrari, por sus logos— se encontrarían de nuevo.
Entre los nombres que se barajan como potenciales socios se encuentran los de Williams, con quien ya mantuvo una alianza en su paso por la Fórmula 1 en los años 80, y Red Bull, que está cerca de llegar un acuerdo con Honda si finalmente se desliga de McLaren.