Los que exprimimos con fuerza alguna vez el manubrio de acelerador de una motocicleta o pisamos con decisión el pedal del acelerador en un auto, estamos de luto: ha muerto John Surtees, el gran campeón. Todos los que cargados de adrenalina, con disfraz de valentía, frecuentamos las pistas de carrera en las décadas de los 50 y 60 del siglo XX, pretendimos ser como este modesto inglés, aunque no llegáramos a su estatura.
¿Qué decir de John Surtees sin que la tristeza nos empañe el teclado? Que a los 18 años llegó al Mundial de Motociclismo (1952) sobre una Norton 500 cc, que su primera victoria la consiguió (1955) con una NSU 250 cc y ganó el primer campeonato del mundo (1956) con una MV Agusta 500 cc, eso es de dominio público, lo que no se sabía entonces que este motociclista sería otras seis veces más campeón de motociclismo: tres en 350 cc y tres más en 500 cc (1958, 59 y 60).
Pero este magnífico motociclista, natural del condado de Surrey, al sureste de Inglaterra, no se conformó con siete títulos mundiales sobre dos ruedas y se pasó a competir, ese mismo 1960, en la Fórmula 1. Con las cuatro ruedas debutó en el Gran Premio de Mónaco al timón de un Lotus. Y luego corrió con Cooper, Lola, Ferrari, Honda, BRM, McLaren y terminó compitiendo con su propio auto, el Surtees TS-7. Fue en 1964, a los 30 años, que logró ser Campeón de Fórmula 1 con Ferrari.
Al año siguiente, 1965, tuvo un grave accidente durante unas prácticas con un Lola T-70, en el circuito inglés de Mosport Park, el cual le traería malas consecuencias. Así, en 1972 fue ingresado por secuelas, pero salió bien ya que se casó con su enfermera, Jane, con quien tuvo tres hijos: Henry, varón y las hembras Leonora y Edwina. Estuvo activo en la Fórmula 1 hasta ese año 1972, en el cual pasó a dirigir su propia escudería hasta que, en 1978, se retiró definitivamente de las pistas de competición.
En 1996 entró al Salón de la Fama de los deportes a motor. Su hijo Henry, también piloto de autos, murió en 2009 durante un accidente de carrera en un Fórmula 2. John siguió trabajando en el mundo del deporte automotor y su presencia fue permanente en The Henry Surtees Fundation, así como en el circuito de karts en Buckmore Park. En 2016 se le entregó la medalla de Comandante de la Orden del Imperio Británico.
En febrero de este año 2017, fue ingresado en el hospital St. Georges por problemas respiratorios y la tarde del 11 de marzo falleció tranquilamente.