Skoda sigue volcada en su ofensiva SUV, tras el lanzamiento del Kodiaq y el Karoq, pero no por ello descuida el resto de su gama, como ha demostrado al actualizar el Skoda Rapid, con más equipamiento de serie y nuevos motores.
A nivel estético, el modelo refuerza su atractivo con el rediseño de los grupos ópticos, que incorporan faros bi-xenón y el sistema Light Assistant para cambiar automáticamente las luces de corto y largo alcance. Aunque no todos los cambios se quedan en las lentes, pues igual ofrece cinco nuevos diseños de llantas y tres colores para la carrocería.
Mientras, en el interior la transformación también es leve, pero sigue dando la sensación de estar ”bien hecho“ con una ergonomía mejorada y mayor conectividad, gracias a la interfaz SmartLink y la App Skoda Connect presentes en el abanico de soluciones SimplyClever marca de la casa.
Precisamente, entre estas últimas, cabe destacar los dos conectores USB en las plazas traseras para la carga de dispositivos móviles, pues Skoda ha optado por reforzar el equipamiento de serie en los tres niveles del Rapid: Active, Ambition y Style.
El primero de ellos incluye distintos airbags, frenos ABS con EBD, aire acondicionado y cierre centralizado; a la vez que el Ambition añade retrovisores eléctricos calefactados, volante multifunción, control de crucero con limitador; y el Style, sensor de lluvia, sistema de sonido con conexión iPod y guantera refrigerada.
No obstante, el cambio más importante se encuentra bajo el capó con la llegada de los motores tricilíndricos de gasolina de 1.0 litros, y potencias de 95 y 110 CV, en reemplazo de los anteriores cuatro cilindros de 1.2 litros.
Nuevos lo que se dice nuevos, no lo son estos motores, aunque sí para el Rapid, cuya oferta mecánica se completa con el refinado 1.4 TSI de 125 CV; mientras en diésel presenta los 1.4 TDI de 90 y 115 CV, y un 1.6 TDI de 115 caballos.
Todos los propulsores son turbo, con inyección directa y presentan Start/Stop, así como un sistema de recuperación de energía que carga la batería en fases de desaceleración para reducir el consumo.
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Y todo ello por un precio muy similar al de antes: entre los 13 821 y 21 122 euros, pues Skoda asegura que el Rapid es parte de su plan maestro para aumentar las ventas en toda Europa y expandirse a nuevos mercados en el futuro.