Ahora que se avecina el invierno, la noticia le viene de perlas a aquellos conductores que con mayor intensidad deben soportar los rigores del frío, pues Volkswagen trabaja en un novedoso parabrisas que no se congele ni se empañe a causa de las bajas temperaturas. Quizás parezca trivial, pero en realidad se trata de una solución brillante, dado que ponerse a raspar el hielo del vidrio a las seis de la mañana para poder circular correctamente por la vía, no debe ser muy placentero que digamos.
De ahí que los ingenieros del consorcio alemán en conjunto con el Fraunhofer Institute for Surface Technology (IST) de Braunschweig han decidido innovar creando una finísima capa transparente de óxido de indio y estaño —bautizada como Low-E (de baja emisividad térmica)—, que aplicada al acristalamiento exterior del vehículo retendrá el calor e impedirá o retrasará el enfriamiento de las ventanas por debajo del punto de rocío.
A diferencia de los vidrios calefactados, los nuevos cristales emplean un principio físico que impide la formación de la capa de hielo, incluso a temperaturas tan bajas como -18°C o -0,4 F. Aunque su desarrollo está muy avanzado, al punto de que ya están listos los prototipos iniciales, Volkswagen admite que todavía existen algunos inconvenientes para la implementación de esta tecnología en sus modelos de producción, pues la nueva capa genera interferencias en la radio del vehículo y el teléfono móvil del usuario. Así, pues el grupo germano redobla esfuerzos para pulir dichos detalles en aras de ofrecer una solución esencial que de seguro miles de compradores recibirán con los brazos abiertos. Cabe esperar entonces que optimicen este parabrisas anti-hielo en breve.