En el otoño de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas nazis invadieron Italia, rescataron a Mussolini y lo pusieron al frente de un Gobierno títere del régimen de Hitler, Gino Bartali ya era una figura del ciclismo. Acostumbrado a recorrer largas distancias durante sus entrenamientos, nadie sospechó que la celebridad italiana pudiera ser una importante pieza en el engranaje ideado por la resistencia para burlar los controles de los alemanes.
Una disciplina que gana adeptos cada día es el ciclismo y hay ciudades que ostentan el título de “bike friendly” como Copenhague que desplazó a Amsterdam. Es un medio de locomoción, una manera sana de practicar deportes o estar en contacto con la naturaleza, para otros retos, desafíos, determinación o motivos de inspiración, cambiar estilos o esperanza de vida.