¡Una motocicleta Ferrari!

Creado: Dom, 07/03/2010 - 22:12
Créditos
Willy Hierro Allen
¡Una motocicleta Ferrari!

Aunque parezca mentira, la archi-famosa fábrica italiana de Maranello, homologó el chasis de esta motocicleta con los códigos oficiales de la marca del Cavallino Rampante. Construida casi a mano por la firma David Kay Engineering, hace 15 años contó con el visto bueno de Piero Ferrari, hijo de Don Enzo, titular de la casa Ferrari.

Que los de Ferrari hayan incursionado en el complejo mundo de las dos ruedas, ya es noticia. Pero que sea la única moto que tuvo que ver con los bólidos italianos de cuatro ruedas, es una lástima. No obstante, para llevar el ¨pedigrí¨ de Maranello tiene, por fuerza, que ser algo bastante fuera de lo común. Y de ello no cabe duda.

A pesar de ser manufacturada en 1995, cuenta con todo lo necesario para ser considerada una Ferrari. Con su motor de dos cilindros en paralelo, desplaza 900 cc y exhibe unos 105 CV a 8 800 rpm, capaz de desplazar a la moto Ferrari por encima de los 265 km/h. Su peso es de solo 170 kg. No es una MotoGP, sino una deportiva generosa.

Esta oficialmente única motocicleta Ferrari, acumuló 3 000 horas de fino trabajo y es prácticamente toda artesanal, desde su caballo multi-tubular de acero hasta sus originales salidas de escape. Sin embargo, el vehículo en su conjunto muestra cierto ¨aire¨ de la marca Ferrari. Su color es un cuño y el carenado de aluminio, obra de la artesanía italiana.

Hay detalles que revelan su cuna: las ¨branquias¨ laterales en el carenado rememoran sus similares en el modelo Testarossa, así como los discos de freno Brembo. Pueden ser ¨gustos¨ del diseñador, pero es indudable que están emparentados con la filosofía de algunos automóviles deportivos de la marca italiana.

No creo que el interés de Piero Ferrari y sus amigos de la firma David Kay Engineering, haya sido competir con esta motocicleta. Más bien fue un buen ejercicio creativo que hace de esta moto un mito de los vehículos de una sola huella, tan distante y, al mismo tiempo, tan cercano al mundo automovilístico que ni Ferrari hijo se abstuvo de hacer, al menos, una.

Créditos
Willy Hierro Allen