Corvette: Nace una Estrella

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:42
Créditos
Jorge Esténger Wong

Cuando en 1953 Chevrolet puso en venta el primer modelo Corvette ninguno de sus creadores pudo imaginar que nacía un verdadero icono de la industria automotriz norteamericana. Surgido del prototipo EX122, el Corvette (primer auto todo de plástico de la historia) es uno de los pocos autos de ensueño de Motorama devenido realidad sin apenas cambios.

Su objetivo era reforzar la imagen de la marca en el mercado mientras llegaba el motor V8, el cual tardaría aún dos años. La vida le reservó otro destino y hoy el Corvette es un producto de máxima prioridad no solo para Chevrolet, sino también para General Motors.

Chevrolet tenía en ese momento la imagen de ser el auto que el ama de casa empleaba para hacer sus compras. El Corvette se dirigió entonces hacia los jóvenes, pero el empleo de componentes estándar de la línea Chevrolet –léase un anémico seis en línea y la insípida transmisión automática PowerGlide- pusieron en peligro su existencia. Los modelos 1953 y 1954 no tuvieron buenas ventas y del último de ellos decía la Revista Especializada Road & Track ”la característica más destacada del Corvette es probablemente su rendimiento decepcionante“.

En 1955 llega el esperado motor V8, pero los directivos de Chevrolet aún no comprenden lo que tienen en sus manos: dejan la imagen del Corvette casi inalterable y las ventas empeoran al punto de llegar a pensarse en su eliminación para el próximo año. La salvación del Corvette, por paradoja del destino, llega de manos del principal rival histórico de Chevrolet: Ford Motor Co, la cual presenta ese año el Thunderbird, un pequeño biplaza que vende 24 unidades por cada Corvette. Inaceptable.

Chevrolet decide enfrentar el reto, para 1956 en GM han aprendido la lección y el estilo del Corvette se mejora considerablemente. Por otro lado se cuida su mecánica y se entrega ahora con una transmisión mecánica de tres velocidades y aceleración de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos. Se suceden generaciones cada vez más acertadas, hasta que en 1961 un rediseño total efectuado tuvo un éxito tan fulminante, que muchos tuvieron que esperar meses para poder adquirir un Corvette Sting Ray. Para ese entonces la reputación del Corvette como un poderoso auto deportivo estaba firmemente establecida y hoy, a más de medio siglo del pálido Corvette´53, cuando se piensa en un auto norteamericano de alto rendimiento para muchos eso significa: Corvette.

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Jorge Esténger Wong