David Coulthard pilotea un Pontiac 1955 en La Habana

Creado: Lun, 19/08/2013 - 07:27
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Jorge Esténger Wong
David Coulthard pilotea un Pontiac 1955 en La Habana

La admiración que uno siente por David Coulthard, debido a su conocida carrera deportiva en la Formula 1 -sexto lugar por acumulado de puntos histórico, siete veces clasificado entre los cinco mejores pilotos de la Formula 1- queda empequeñecida al conocer a este fibroso piloto escocés.
  
En instantes, todos los méritos que conocemos de este corredor, nos quedan como referencia y, comenzamos a maravillarnos de su sencilla paciencia, su simpatía y la infinita generosidad con que accedió a compartir con la prensa, y el público en general.

Pilotando todo un carrazo de los cincuenta –un Pontiac 1955, convertible- David Coulthard participó en el IX Rallye de la escudería A lo Cubano, una experiencia que calificó de ”intensa y diferente“ mientras compartía con la prensa acreditada, en un aparte, minutos después de terminar el recorrido establecido.

Este Rallye, a diferencia de muchos eventos de motor, premia la constancia, el buen manejo y el apego a las leyes del tránsito, y se ha convertido en el evento automovilístico más importante en Cuba.

Desde temprano en la mañana dominical,  David apareció, casi como uno más, en la Meta del evento para recibir, de manos del propietario del Pontiac 1955, el Sr. Jorge Achón, las llaves del auto y los ”trucos secretos“ que todo dueño de un auto clásico conoce de su ”máquina“.  El Team de Coulthard inspeccionó –más bien disfruto-los detalles mecánicos del emblemático Pontiac y el corredor salió al recorrido, luego de cumplir con el examen médico de rigor.

Unas horas después, al finalizar el evento, nos expresó que ”poder conducir, por las calles de la Habana, uno de estos autos es un privilegio, una experiencia excitante que nos produce infinito placer. Esta es una competencia muy diferente, especial, llena de calor humano, donde no deberíamos hablar de competir, más bien lo que veo aquí es compartir, a todos, una buena forma de pasar un domingo“. 

Con una gentileza incomparable accedió a firmar autógrafos, premiar a los ganadores del evento e, incluso, luego de terminada la premiación, compartió con toda naturalidad y espontaneidad con el público asistente.  Para nosotros, una oportunidad que mucho agradecemos: conocer de primera mano a este astro de la velocidad y, sobre todo, por la generosidad con que nos regaló su tiempo, siendo siempre accesible y absolutamente cordial: Gracias David.

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