Tal parece que en definitiva la moda del downsizing pronto dejará de ser eso, una moda, para devenir casi un mandamiento si los fabricantes pretenden cumplir los límites de emisiones venideros. De ahí que no sean casuales los vaticinios que propagan en un futuro cercano la reducción iniciada en los motores V12 o V8 a las mecánicas de cuatro cilindros, cuyas arquitecturas básicas cederían paso a las de propulsores tricilíndricos.
Pero no es fortuito, como demuestra un informe de Auto Motor Und Sport, según el cual los conglomerados alemanes Volkswagen y BMW ya se postulan como abanderados de este movimiento.
En el caso del segundo fabricante mundial, ya estudia en su sede de Wolfburgo cómo dotar a la próxima generación del Golf con estos motores de tres cilindros lo que, aunado a la posible versión eléctrica, convertiría a este compacto en un verdadero de la eficiencia en el consumo.
Por su parte, BMW ventila que también la nueva saga del Serie 1 se beneficie con estos propulsores, si bien Mini podría incorporarlos con toda certeza a su oferta con un hipotético tricilíndrico de 1.35 litros , cuya potencia oscilaría entre los 120 y 180 CV. Por lo pronto, los motores de seis cilindros del Serie 1 serían sustituidos por tetracilíndricos de 1.8 litros y hasta 240 equinos de poder para el 2011, año en el que llegaría su próxima generación.
Así pues, quizás tal vez suene improbable que los motores de tres cilindros puedan alcanzar el grado de desarrollo que tienen hoy día los de cuatro, siendo como son coto privado de los modelos urbanos más modestos por su rudeza y canturreo. Sin embargo, lo cierto es que no debe descartarse dicha posibilidad. Al fin y al cabo, en Alemania ya trabajan en ello.