Finalmente Fiat completó el hito de producir 10 millones de vehículos en Brasil y lo festejó a lo grande, cuando el nuevo Palio 2010 de color rojo que permitió alcanzar la emblemática cifra concluyó su recorrido por toda la línea de montaje del centro industrial de Betim, a pocos kilómetros de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais. Justo allí, la única planta del fabricante italiano en el gigante sudamericano comenzó sus operaciones hace más de 30 años.
En junio de 1976, evolucionando rápidamente su producción de 63 756 unidades en 1977 del exitoso 147 que aún circula por las calles de Uruguay, a una gama vehicular que elevó la cifra a 713 248 ejemplares en el 2008, todo un récord histórico de la marca.
De ese modo, en sus líneas de producción se arman actualmente quince modelos y más de un centenar de versiones, destinadas a satisfacer tanto la demanda interna como la de los mercados de exportación (Latinoamérica, Europa y otros), con un promedio diario superior a las 2 800 unidades, lo que justifica en buena medida que Brasil sea un baluarte estratégico del constructor transalpino.
No en vano el volumen producción de la factoría de Betim es aún mayor si se considera la fabricación de vehículos desmontados para la exportación (CKD, por su sigla en inglés), que sumaron cerca de 900 000 unidades entre las décadas de los 80 y 90.