Camiones gigantes III (Final): Caterpillar 797

Creado: Lun, 09/12/2019 - 14:07
Créditos
Jorge Esténger Wong
Caterpillar 797

El Caterpillar 797 acabó con el reinado de 25 años del Titán de GMC y aún se fabrica la versión 797F. Un camionazo puro músculo que cierra nuestra serie.

Caterpillar 797: el tamaño importa

A fines del siglo XX las excavadoras mineras aumentaron su capacidad e hicieron necesarios mayores camiones para transportar el material extraído. Los fabricantes de este tipo de vehículos buscaron respuesta a esta demanda y Caterpillar se apareció con este descomunal camionazo de hasta 400 toneladas de capacidad de carga: el Cat 797.

El Caterpillar 797 fue presentado en 1998 y dejó a todos entumidos. Desde el principio quedó claro que era un fuera de serie, de dimensiones épicas: 14,5 m de longitud, 9 de ancho y 7 de alto. Así de simple, esa altura equivale a un 3er piso de cualquier edificio.

Carterpillar 797
Foto: https://es.wikipedia.org/wiki/Caterpillar_797

¡Que viene el monstruo!

El tamaño y peso de sus componentes hicieron que su entrega fuera poco convencional, pues su ensamblaje se terminaba in situ. Además, para utilizarlo, la absoluta mayoría –para no decir todas- de las minas que lo adquiriesen tenían que triplicar el tamaño de sus vías.

Para mover a este coloso estaba un motor V24, que resultaba de la unión de dos V12, integrados a múltiple de entrada, de salida y turbo-cargadores comunes. Sí, porque cada uno de los 24 cilindros de 4.9 litros tenía cuatro válvulas y turbo-cargador Garret serie 60. 

De este engendro diabólico salían disparados 3 400 CV, los cuales eran gestionados por un inmenso convertidor de torque para una transmisión automática, de siete cambios, de ahí al diferencial de relación 1,27:1 y, finalmente, otra reducción de 16.70:1 en cada cubo de rueda.  Así, el Cat 797 era imparable, con sus 400 toneladas encima.

Caterpillar 797
Foto: https://es.wikipedia.org/wiki/Caterpillar_797

Un camión gigante como en un auto.

A pesar de tanta rudeza, el Cat 797 ofrecía condiciones de trabajo muy favorables. La cabina, a 6.5 m del piso, tiene dos plazas y no se diferencia mucho de un camión convencional de la época. Está montada de forma elástica en el bastidor principal para aislar de ruido y vibraciones.  Posición del chofer habitual, volante con regulación en inclinación y telescópico, y asientos neumáticos para que la fatiga a los mandos se retrase en lo posible.

Luego el arranque es por una minúscula llave y tiene todos los controles a mano: aire acondicionado, cámaras para asegurar las maniobras marcha atrás, ordenador de a bordo y mandos propios del trabajo.

En su momento el costo de un Caterpillar 797 era de 3.4 millones de USD.

 

Fotoportada: https://www.pinterest.com/pin/421649583857473297/

Créditos
Jorge Esténger Wong

Sobre el autor

Graduado de Ingeniería Mecánica Automotor en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría (I.S.P.J.A.E.), en 1987.  Ha desarrollado toda su vida laboral dentro del sector automotriz. Ha colaborado de manera ininterrumpida, desde 1987, en diferentes publicaciones dedicadas al transporte –y en específico al automovilismo- entre las que se encuentran las revistas Transporte y Sendas, ambas adscritas al Ministerio de Transporte de Cuba. Es fundador de nuestra publicación, desde su número piloto, y ha colaborado en otras publicaciones del Grupo Excelencias.