Porsche 928, un alemán muy americano

Creado: Lun, 18/03/2019 - 14:58
Autor: Jorge E. Wong
Porsche 928 azul

A inicios de los setentas, Porsche vivía un momento difícil, con caída de un 30 % de sus ventas globales en 1971. Así surge la idea del Porsche 928.

Para colmo, los Estados Unidos –su principal mercado- implementaba duras normas en seguridad, contaminación y ruido.  La compañía dudaba si el 911, su principal producto, podría asumir ese panorama.

Este es el origen del 928, cuyo proyecto se remonta a octubre de 1971 cuando a Ernst Fuhrmann, entonces CEO de Porsche, recibe como regalo una maqueta de madera de un modelo que podría ser un sucesor potencial del 911. Sin embargo, la crisis del petróleo de esos años ralentiza el lanzamiento y la gestación del proyecto, que cede espacio al desarrollo de un pequeño deportivo que conoceríamos como Porsche 924.

Frente del Porsche 928

Pero ya para 1974 se retoma el proyecto  y se define que será un cupe 2+2, de asientos traseros abatibles y se encarga del diseño definitivo a Wolfgang Mobius y Tony Lapine.  Las mayores indecisiones perduraban en el apartado mecánico, donde existía la opción de un V10 proveniente de Volkswagen/Audi y el V8 que finalmente se instaló.

Una vez definido el motor V8 delantero, refrigerado por agua, acoplado a una tracción trasera el desarrollo del 928 se encarriló y, en febrero de 1977, Porsche presenta a la prensa el vehículo y un mes después lo exhibe en el Salón de Ginebra.  De inmediato se convirtió en la principal atracción del evento, en un adelanto de lo que sería su despliegue definitivo al mercado. El éxito del 928 fue instantáneo, tanto que el año siguiente, 1978,  sería escogido “Coche del Año en Europa”, siendo la primera vez que un vehículo deportivo conquistase tal galardón.

Lateral y parte trasera del Porsche 928

Pero el 928 se había creado pensando en Norteamérica y por ello su evolución en ese mercado era crucial para la marca.  Tenía todo lo necesario para ser un bombazo y lo consiguió.  Era un vehículo de un fabricante alemán, deportivo y con un aire muy “americano”.  Su misma esencia así lo anunciaba: motor V8, delantero, refrigerado por agua y tracción trasera.  

Luego estaban los incontables detalles de confort y equipamiento, con vestidura acolchada, abundante piel, buen sistema de audio y velocidad, mucha velocidad.  Tanto es así, que el 928 era el vehículo más rápido que se vendía en Estados Unidos en esos años, logrando superar los 277 km/h en pruebas realizadas en Utah, en 1986.

Interior del Porsche 928

A pesar de algunas críticas por parte de los “puristas” amantes del espíritu original de la marca, Porsche mantuvo al 928 en producción hasta 1995, con una producción de 61.056 unidades de todas sus versiones.

Sobre el autor

Graduado de Ingeniería Mecánica Automotor en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría (I.S.P.J.A.E.), en 1987.  Ha desarrollado toda su vida laboral dentro del sector automotriz. Ha colaborado de manera ininterrumpida, desde 1987, en diferentes publicaciones dedicadas al transporte –y en específico al automovilismo- entre las que se encuentran las revistas Transporte y Sendas, ambas adscritas al Ministerio de Transporte de Cuba. Es fundador de nuestra publicación, desde su número piloto, y ha colaborado en otras publicaciones del Grupo Excelencias.