Hubo un momento que había que esperar meses por la entrega de un Cadillac. La marca, plena de significado –es el apellido del fundador de la ciudad de Detroit, la meca de la industria automotriz yanqui- perdió lustre y posición con el tiempo. En la actualidad busca recuperar las buenas sensaciones. El XT5 es un paso en esa dirección.
Me cuesta asociar un modelo Cadillac a una sigla como XT5. Sus modelos de “pedigrí” siempre llevaron nombres como Eldorado o Brougham. Pero son los tiempos y, siendo un cross-over, es fácil asociarlo a una sigla. Tiene, como un buen Cadillac, una parrilla frontal que define el carácter del vehículo. Sobria y elegante, tiene cinco líneas horizontales con once de fondo, en forma vertical, con el emblema de la marca sublimizado en el centro, dominando todo el conjunto. Como complemento, el paragolpes del mismo color de la carrocería, se integra perfectamente al auto, resaltando por sus entradas de aire para refrescar el motor, pero sobre todo de función estética.
A este criterio se integran las luces LED, que envuelven los faros del coche con diseño de tiras que parten desde sus laterales hasta las luces delanteras. Los laterales son definidos por una línea protuberante, en caída desde atrás hacia adelante, aportando un aire deportivo y robusto. En el fondo destacan las dos salidas de escape encofradas en el parachoques, mientras que sus luces a nivel visual copian las delanteras, pero sin tecnología LED.
En el interior tenemos un tablero central, con una pantalla táctil de 8.0 pulgadas. El sistema abordo trae Apple CarPlay y Android Auto, además de un sistema de audio premium, Bose de ocho bocinas. Desde este puesto de mando central también disponemos de control de clima de doble zona automatizado, carga inalámbrica, y el conocido OnStar, con conectividad de 4G LTE Y WIFI. Todos los asientos tienen calefacción y, los delanteros, también disponen de refrigeración. Por supuesto, el tapizado es en piel, al igual que el volante telescópico.
Para mover el Cadillac XT5 está disponible un motor térmico, de gasolina, V6 de 3,6 litros de desplazamiento y 310 CV de potencia, asociado a una caja automática de ocho velocidades. Los fabricantes norteamericanos aún forcejean para desprenderse de sus motores V8, por lo que no esperemos una versión hibrida, diésel o eléctrica de este modelo. Es importante destacar que todas las versiones cuenta con tracción AWD y FWD, y además cuenta con tres modos de manejo Snow/Ice, Sport, y Tour/Confort. Esto permite una palanca de cambios convencional Electronic Precisión Shift, con control electrónico, la cual reduce el ruido y las vibraciones.
