Flipflopi, el velero construido ciento por ciento con plásticos reciclados, es el proyecto de dos emprendedores amigos de Lamu, con un mensaje para el mundo.
El archipiélago de Lamu se encuentra a lo largo de la costa norte de Kenia, en África, con apenas 10 km de largo por 6 de ancho. Es una isla hermosa y mágica, que parece detenida en el tiempo y llena de contrastes.
Las puestas de sol, las dunas, las playas, las frutas y los paseos en barco a lo largo de la isla te embriagan. Allí la vida fluye de manera muy tranquila en la pequeña comunidad de comerciantes, pescadores, agricultores, constructores de barcos y artesanos. No hay carreteras, solo callejuelas y senderos estrechos; los residentes se trasladan a pie, en burro o en los dhow (veleros tradicionales).
A mediados de septiembre Lamu acaparó la atención, cuando botaron al agua un velero muy singular de 9 m de eslora, único en el mundo, construido con plásticos reciclados.
Dos amigos decidieron unirse para hacer un llamado de atención sobre la contaminación, pues su hermosa isla está invadida por el plástico que amenaza con sepultarla; así surgió en el 2016, el proyecto Flipflopi –en referencia a las chancletas (flip-flop, en inglés).
Al año siguiente recogieron en muy poco tiempo, más de 30 t de plástico desechados a lo largo de la costa o que el mar devolvió con enfado. Luego se fundieron y se solidificaron en moldes en una fábrica, y comenzó el proceso, darle una segunda oportunidad al plástico que había cumplido con su misión inicial.
Resultado de Flipflopi
Un exótico barco multicolor, como su historia y cultura, confeccionado con restos de botellas, cepillos de dientes, cubos y revestido con 30 000 chancletas, navega desde septiembre por la costa de Lamu llevando un mensaje para el mundo y una solución para un problema global.
Próximamente divisaremos otro de 25 m de eslora que está en proyecto y quizás otras réplicas en comunidades cercanas.
