La década de los 60 fue de las más volátiles de la historia. Prácticamente todos los sectores de la vida se estremecieron ante cambios y nuevos estándares que una generación dispuesta a luchar por sus ideales y sueños imponía al mundo. El automóvil vivió esa etapa de igual forma. En esos años surgieron el Mustang, el Bully de Volkswagen y comenzaron su crecimiento las marcas asiáticas que hoy son ya populares.
En Europa se aglutina el núcleo estratégico deportivo de muchos fabricantes de automóviles, adaptando a sus vehículos el equipamiento Sport y mecánicas potenciadas. Renault presenta el R8 Gordini, un vehículo de serie altamente competitivo y de gran difusión, el cual queda consolidado con la Coupé Gordini, una competición que al mismo tiempo de ser espectacular era formativa.
En ella se inicia la estela de toda una generación de pilotos como: Jean-Claude Andruet, Jacques Coulon, Denis Dayan, Bernard Darniche, Jean-Pierre Jabouille, Michel Leclere, Jean-Luc Thérier, Jean-Pierre Jarier, Jean Ragnotti, Alain Bertaut, y Alain Serpaggi, la mayoría de los cuales estarían activos hasta finales de la próxima década batiendo campeonatos de Rally y diversas Formulaciones.
Presentado en el Salón de París de 1964 y equipado con un motor de 1100 cm3, configurado por Amédé Gordini del cual toma su apellido, el auto despierta entre el público asistente una enorme sensación, sobre todo entre la juventud.
A tan solo un mes más tarde de su presentación en París el Renault Gordini ganaba en el Tour de Corse, victoria que quedaría consolidada en 1965 y 1966. En 1968 Renault ofrece un restiling del R8, el cual recibe pequeños retoques en la carrocería y se puede escoger entre cuatro colores. Esto permite al fabricante galo mantener la producción hasta 1970 y vender un total de 11607 unidades.