
Que a Fiat los negocios le estaban yendo sobre ruedas en los últimos tiempos ya se sabía. Pero que le iban a salir tan, pero tan bien, pocos lo imaginaron siquiera, toda vez que durante los primeros nueve meses del 2011 el consorcio automovilístico italiano obtuvo, junto a Chrysler, un beneficio neto de 1 386 millones de euros para casi quintuplicar (+391 %) sus ganancias en similar periodo del pasado año.
Según informó la compañía turinesa en un comunicado, esta evolución positiva hasta septiembre se debe a su fortaleza operativa, a pesar de la difícil situación económica existente en Europa, pero sobre todo refleja la contribución de la firma de Detroit, sobre cuyo capital Fiat aumentó su participación hasta el 53.5 % en julio, convirtiéndose en el accionista mayoritario al adquirir el 6 % que tenía el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y el 1.5 % del gobierno canadiense.
En ese sentido, especialmente boyante resultó el tercer trimestre, en el que la facturación del grupo transalpino rondó los 17.552 millones de euros (+107 %), mientras que su beneficio operativo se disparó hasta los 794 millones (+212 %).
Por divisiones, el área de Automoción, que abarca a Chrysler, Maserati y Ferrari, logró en los primeros nueve meses del año un beneficio de explotación de 1 389 millones de euros (+105 %), con 769 millones (+266 %) durante el tercer trimestre; a la par que la división de Componentes y Sistemas de Producción (Magneti Marelli, Fiat Powertrain, Teksid y Comau) contabilizó un beneficio de 259 millones de euros (+40.7 %) en los últimos tres meses.
De ese modo, no en vano reina el optimismo en la casa turinesa, que con razones sobradas ya aspira a despedir el 2011 con un ganancial neto de 1 700 millones de euros, en tanto su previsión de liquidez se sitúa en torno a los 18 000 millones. Fiat podrá, sin duda, brindar feliz.