Los dos pilotos oficiales de McLaren Mercedes son la comidilla de moda entre los amantes y expertos en F1. Decir que uno es mejor que otro no es justo, no se puede medir a un novato y a un campeón con la misma vara. El Talento de Hamilton es incuestionable pero los dos campeonatos del asturiano pesan más que los siete podios del inglés. Hamilton queda bien tercero, segundo o primero; al final es solo un novato. Sin embargo Alonso tiene que ganar, la tarea es mucho más difícil.
La decisión de Alonso de pasar a McLaren Mercedes es más que cuestionable. En Renault siempre hubiese sido número uno; además, la marca del rombo lo hizo campeón por dos años y él le dio dos títulos de constructores a los franceses. La química era más que buena. La telemetría es decisiva en este ”deporte“ y en eso Alonso es un maestro. Renault y Fisichella lo saben muy bien.
El asturiano le ha aportado mucho a la escudería de Woking, por eso ahora ganan y el inglés se siente tan cómodo. El pasado año con Montoya y Raikkonen no triunfaron ni una vez, después de ser el equipo que más dinero puso en la temporada.
Hamilton sin duda es quien más suerte ha tenido en está primera parte del campeonato y la ha aprovechado muy bien. Tiene el record de ser el piloto líder más joven en la historia de la fórmula 1 y siete podios en sus siete primeras presentaciones. Eso es relevante, tiene su mérito; pero hoy por hoy Alonso es el mejor, aunque no gane el campeonato.