Decir Alfa Romeo es referirnos a: automóvil, deportivo, prestaciones y elegancia. Todo esto, y más, son combinaciones de sustantivos y adjetivos que no definen completamente al 4C Concept. Este Cupé biplaza, desvelado en el 81 Salón del automóvil de Ginebra, nos da más con menos. Con un motor de cuatro cilindros en línea, inferior a los dos litros de cilindrada, se impulsa por encima de los 250 km/h, con una estabilidad de ensueño. Estará disponible a partir de 2012.
El propulsor, situado en posición central posterior, es un L4 sobrealimentado, con desplazamiento de 1.75 litros, doble árbol de levas en cabeza y cuatro válvulas por cilindro (16 en total) que genera una potencia de 200 CV. Destacan en él, modernas soluciones como la inyección directa de combustible y el doble variador de fase continua, entre otras. Además, sorprende sus prestaciones similares a las de un motor de 3.0 litros, pero con un consumo de combustible ajustado, equivalente al de un compacto.
La transmisión, dirigida al tren trasero, es la automática Alfa TCT estrenada hace muy poco en el MiTo, de doble embrague seco y seis velocidades con mandos tras el volante. Alcanza una velocidad punta por 
encima de los 250 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos.
Gracias a la utilización de materiales ligeros y resistentes como la fibra de carbono y el aluminio en el Chasis, se logra un peso contenido de 850 kg. Así, garantiza una espectacular relación peso potencia -en su clase- de 4.25 kg de peso por cada caballo de fuerza. Sobresale la excelente suspensión de cuadrilátero alto en el tren delantero y McPherson en la zaga, que sumado a la distribución de peso (40 % en el eje delantero y 60 % en el trasero) aseguran una conducción ágil y estable.