Ant-Farm en Rancho Cadillac

Creado: Dom, 21/11/2010 - 13:15
Créditos
Willy Hierro Allen
Ant-Farm en Rancho Cadillac

Una de las obras maestras de la historia del arte radical del pasado siglo XX, está en Amarillo, Texas (Estados Unidos). Se trata del afamado Rancho Cadillac, cerca de la mítica Ruta 66 (la carretera más famosa de Norteamérica), donde yacen enterrados parcialmente por el morro un grupo de automóviles Cadillac, con sus fabulosas ”colas de pato“ al aire, en perfecta alineación, decorando parte del desierto. Tal impresión causa que Bruce Springsteen le dedicara una canción.

Mientras revisaba las informaciones e historias de la legendaria Ruta 66 para mi próxima crónica, me fascinó el arte de Rancho Cadillac y decidí escribirla antes. Pues bien, les cuento que esta historia tiene sus inicios en el año 1968, cuando Doug Michels y Chip Lord, un par de arquitectos de la llamada tendencia radical, fundan el grupo Ant-Farm, establecido en la costa oeste de Estados Unidos, con sede en las ciudades de Houston (Texas) y San Francisco (California).

En breve se les unen otros tres profesionales: Curtis Schreier, Hudson Márquez y Douglas Hurr. Fascinados por los automóviles y la cultura pop, despliegan sus actividades conceptuales con  videos, manifiestos e instalaciones. En 1974 realizan el Rancho Cadillac. Este grupo radical se disuelve cuatro años después (1978), pero Rancho Cadillac queda como huella indeleble de su arte. En 1980, la estrella del Rock duro, Bruce Springsteen, lo inmortaliza con su bella canción homónima (Cadillac Ranch).

A pesar de que la célebre Ruta 66 solamente recorre 285 kilómetros del estado de Texas, atesora muchos lugares que atraen a miles de turistas año tras año. Entre ellas está, por supuesto, la del Rancho Cadillac, que se encuentra en las llanuras al oeste de Texas, en las afueras de un viejo pueblo de cowboys llamado Amarillo.

Enterrados de nariz en el polvoriento desierto, están en fila india los diez Cadillac, de los años 1948 a 1963. Para sus realizadores, estos autos son símbolos del status social de la cultura norteamericana de la post guerra y su posición (alineados con el morro hundido en el suelo) significa la decadencia y declive del llamado ”sueño americano“.

El Rancho Cadillac es un proyecto irreverente del millonario texano Stanley Marsh III, propietario de la tierra, quien contrató a los arquitectos de Ant-Farm para realizar su obra como parte del arte público. Desde sus inicios, la instalación está completamente abierta a todo viajero, no hay que pagar entrada alguna ni dispone de cercas o alambradas que limiten el paso.

Además, cualquiera puede interactuar con los autos, es decir, pintar sobre ellos con aerosol, plumones, bolígrafos o simples lápices, el más escueto garabato es válido. Tanto es así, que desde que están aquí, han tenido infinidad de decoraciones. La más reciente fue realizada por una organización de homosexuales de Texas (gays y lesbianas), quienes pintaron en los autos, los colores del arcoíris.

Créditos
Willy Hierro Allen