La compañía Prodrive, quien le compró recientemente Aston Martin a Ford, ha desarrollado este súperdeportivo a partir del modelo V8 Vantage. El Aston Martin Rally GT está dirigido a los aficionados y pilotos solventes que quieran participar en carreras de rally el próximo año. Después de los retoques la potencia sobrepasa los 400 CV, una caballería más que suficiente para ganar carreras. Su velocidad máxima supera los 300 km/h con una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos.
El propulsor, colocado en posición central delantera, es un V8 con 4.3 litros de desplazamiento, doble árbol de levas en cabeza, 4 válvulas por cilindro (32 en total), distribución variable y alimentado por inyección directa. Entrega una potencia de 425 CV a 7 300 rpm y un par máximo de 440 Nm a 5 000 rpm.
Trasmite al tren trasero por medio de una caja de cambios manual de seis velocidades que hace que se desplace a 318 km/h con una aceleración de 0 a 100 km/h en 3.7 segundos.
El chasis fue construido con una estructura de aluminio y jaula de acero de alta resistencia y rigidez. Pesa 1 400 kilogramos para una relación peso/potencia de 3.3 kilogramo por cada caballo de fuerza.