Hay marcas que pueden darse el lujo, o el placer, de producir prototipos pensados en una actividad muy específica o, incluso, en un lugar específico. Este es el caso de Audi, quien con su concept Q3 Vail ha ofrecido una interpretación muy singular del automovilismo en función de los deportes de invierno y de Vail, el pueblo de Colorado, Estados Unidos, construido con estilo alpino.
Este vehículo de Audi, del cual no conocemos las posibilidades reales de llegar a la línea de montaje, está equipado con un motor de gasolina de cinco cilindros en línea, 2.5 litros de cilindrada y sobrealimentación. Esta configuración le permite validar una potencia máxima del rango de los 314 CV, siendo el mismo motor que hoy Audi ofrece en el TT RS. El Audi Q3 Vail concept está equipado con una transmisión automática de doble embrague (S tronic), y no contamos con datos precisos de su tracción, aunque damos por sentado la opción a las cuatros ruedas para potenciar las características tractivas, tan necesarias en la nieve o caminos llenos de escarcha. Muy acorde a su imagen de marca, toda clase y rendimiento, Audi asegura que su concept es capaz de alcanzar los 262 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 5.5 segundos.
El habitáculo está cuidado con esmero, como debe ser en un Audi, y además cuenta con detalles específicos, como la pantalla de instrumentos, la cual es capaz mostrar la inclinación longitudinal y lateral del vehículo, algo muy necesario en las condiciones de manejo para las que está concebido el vehículo. Además, se incluyen otros aditamentos para facilitar la conducción y la estancia de los ocupantes en ambientes extremos, como un termo entre los asientos delanteros para que pueda enfriar o calentar la bebida de su interior; una zona de carga por inducción en el maletero para linternas, las cuales llevan un sistema de infrarrojos para calentar las manos o las botas de esquí. Otro elemento de utilidad para quien esquíe es la moqueta del maletero, la cual puede ser desplegada sobre el paragolpes y está calefactada, para hacer más cómodo el cambio de las botas de esquiar. Todo un mimo, ¿no les parece?