No repetiré la conocida historia sobre el primer automóvil concebido por Ferdinand Porsche. El claro interés de la firma germana, dentro de la organización del grupo Volkswagen, por los vehículos eléctricos está orientado al futuro, y no al pasado. Es muy significativo que una marca de vanguardia, y orientación deportiva, ponga tanta energía en esta opción, algo más de esperar de fabricantes generalistas. Por demás, será interesante poder constatar si logra mantener los performances de sus modelos ”convencionales“. Hoy por hoy, un Porsche que no alcance los 250 km/h, sencillamente, no es un Porsche.
El Porsche Boxster E Prototype tiene tracción en las cuatro ruedas,la cual se logra mediante el acoplamiento de un motor eléctrico a cada eje del vehículo. Ambos motores logran poner a disposición del conductor un total de 241 CV de potencia, muy lejos de los casi 500 CV que hoy se están haciendo casi costumbre en muchos autos. Esta potencia alcanza para una velocidad máxima que se anuncia ”próxima a los 200 km/h“ con una aceleración de 0 a 100 km/h en unos 5.5 segundos. Las unidades motrices son alimentadas por una única batería –en un Porsche no hay espacio para mucho más– de 29 KWh. Una de las grandes ventajas para los ingenieros estriba en la distribución más regular del peso, lo cual debe dotar 
al Porsche Boxster E Prototype de unas condiciones de manejo excepcionales. Con esta configuración y el auto con el peso previsto se logra una autonomía de 160 kilómetros.
Otro giro al pasado reside en el apoyo, como en los años treinta, del gobierno de Stuttgart. En ese entonces, ello fue un factor importante en el auge de las marcas alemanas que así lograron batir a importantes competidores italianos. Paradójicamente, hoy buscan el desarrollo de una tecnología, y medios de transporte, menos dependientes del motor de combustión interna.