Luego de ver amenazada seriamente su corta vida la coreana SSangYong, de administación china, anuncia un respiro importante en su situación económica. La noticia agrada, pues la marca es de las pocas que trata de abrirse paso con diseños lejos de la copia o imitación abierta de los líderes, aunque aún dependa en buena medida de motorizaciones licenciadas por Mercedes.
Las fuertes tensiones del mercado automovilístico y la crisis crediticia, había afectado profundamente su gama de SUV y monovolúmenes. Ahora su matriz SAIC inyectó en la empresa una dosis de liquidez, aunque no demasiado alta, que permitirá la sobrevivencia de SSangYong.
Desgraciadamente, SsangYong se ha declarado recientemente en bancarrota, con lo cual la empresa se somete a un Concurso de Acreedores con el fin último de una completa reestructuración sin presiones laborales o económicas, gracias a la ayuda del Estado coreano. El proceso es simple, un juez mora las deudas de la empresa y un equipo de asesores estudia a fondo la empresa y las formas de hacer económicamente fuerte a SsangYong, detalladas en un pulcro plan de viabilidad, que será presentado en menos de un mes.
En tanto se nombra a un interventor que cumple las funciones de Consejero Delegado mientras se ejecuta el plan de viabilidad, de aquí a un máximo de tres meses. Una vez se verifica que la empresa vuelve a ser rentable se devuelve a sus antiguos dueños y se permiten cambios en la composición del accionariado. En el caso de SsangYong el reflotamiento de la empresa está asegurado, gracias a su potencial de mercado, unidos a una sustancial aportación a la economía y empleo del país.
El plan de viabilidad también incluye la compensación de los acreedores mediante acciones de la empresa, y planes para evitar un excesivo endeudamiento. Ya que sabemos que SAIC no tiene demasiado interés en la coreana y se abre la posibilidad de que otro fabricante mundial entre en el capital de SsangYong, puede que incluso asumiendo el control efectivo de la empresa. SsangYong debería superar este proceso sin problemas: Daewoo, Delta Airlines o Delphi ya han pasado sin problemas por reestructuraciones similares.
A los propietarios: calma absoluta, las garantías de sus vehículos están a salvo mientras la empresa no desaparezca y existe un stock suficiente para hacer frente a la demanda, así como piezas para cualquier tipo de reparación. Los servicios de venta y post-venta no se verán alterados de ninguna manera.