El auto más feo de la historia

Creado: Vie, 10/02/2012 - 20:10
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El auto más feo de la historia

Las buenas intenciones a la hora de crear una tecnología no garantizan su éxito entre el público. Una buena prueba de ello es el invento del reverendo neoyorquino Alfred Juliano. El preocupado pastor decidió, en la década de los cincuenta del siglo XX, que debía crear el "coche más seguro del mundo" y puso en ello todo su empeño.

Desde luego, por el camino debió de perder su sentido de la estética y cualquier conexión con los gustos de la sociedad, porque el resultado no pudo haber sido más desastroso. Su creación, el automóvil denominado Aurora, nació y murió en 1957, ya que la empresa que creó se declaró en bancarrota después de haber invertido más de 30.000 dólares de aquella época en la fabricación de la monstruosidad que ha sido elegida en varias ocasiones como el coche más feo de la historia del automóvil.

Características inconfundibles:

El Aurora medía 6,2 metros de largo, mucho más que los coches de aquella época. Y es que el padre Juliano quiso fabricar una "armadura" alrededor de los pasajeros del vehículo que salvaguardara su integridad en caso de accidente.

Entre sus diferencias con los coches de la época destacaban, por ejemplo, los asientos que podían girar 180º. Algunos dicen que era para poder recibir el impacto de espaldas en caso de accidente (en el dudoso caso de que los pasajeros tuvieran tiempo para hacer girar sus asientos).

Otra característica peculiar es su parabrisas extremadamente alejado del conductor y curvado hacia el exterior para evitar lesiones en caso de impacto. Disponía también de cinturones de seguridad, protección contra impactos laterales, salpicadero acolchado, etc.

Trágico final:

Después de todas las esperanzas que Alfred Juliano puso en su creación, el Aurora terminó siendo un gran fiasco tecnológico y empresarial. La única unidad fabricada fue muy fotografiada en la época, pero su figura grotesca fue poco a poco cayendo en el olvido hasta que, recientemente, un aficionado al mundo del motor lo encontró en un desguace en el que había pasado los últimos 40 años.

Andy Saunders no quiso dejar pasar la oportunidad, ya que adquirió el Aurora por unos 1.500 dólares y se lo llevó al Reino Unido donde dedicó ingentes cantidades de tiempo y dinero en su restauración.

Desde luego, no es un coche para ligar ni el coche más rápido del mundo, pero Saunder logró hacerse con un coche de récord a un precio asequible, aunque el mayor logro del Aurora fuera el de haberse convertido en el coche más feo de la historia del automóvil.

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