El próximo domingo se correrá la 23 edición del GP de Hungría, en el circuito Hungaroring, un trazado ubicado en la capital del país (Budapest) y que ha sido modificado en dos ocasiones. La primera fue en 1989, cuando se le eliminaron las horquillas cerradas después de la segunda curva. En 2003 se realizó la modificación más reciente, se llevó a cabo en la primera curva de 180 grados, para convertirla en una traza más cerrada, lo que facilita las oportunidades de adelantamientos.
La oncena prueba del mundial tiene muchos aspirantes al triunfo, comenzando por Robert Kubica (BMW Sauber), quien se vio con esperanzas de ganar en Hungría desde que comenzó la temporada. Pretenden ganar los pilotos de McLaren Mercedes, sobre todo Hamilton, ganador de la edición de 2007. A ellos se suman la pareja de pilotos de Ferrari que quieren cortarle la racha a Lewis, ganador de las dos últimas carreras y líder del mundial.
Esta será una prueba muy exigente para los pilotos: por el calor, lo estrecho del trazado y la gran cantidad de curvas. Es por eso que la clasificación sabatina tendrá vital importancia, así como también la estrategia de carrera: nos referimos a la planificación del número de paradas y la cantidad de combustible utilizado en la Q3. Este es un circuito donde la habilidad cobra más importancia que la velocidad punta.