Hammer, poderoso Plymouth de los 70

Creado: Lun, 23/08/2010 - 11:18
Créditos
Willy Hierro Allen
Hammer, poderoso Plymouth de los 70

El consorcio germano-norteamericano Daimler-Chrysler liquidó Plymouth en 2001, sin embargo, los rezagos de esta marca siguen dando que hablar por su gran popularidad, potencia de motores (muscle-car) e historia, que incluye su puesta en escena de varias películas como ”A todo gas: Tokyo Drift“ y ”Fast & Furious“. Hoy traigo un Road Runner de principios de los 70 que tras 40 años, fue vendido por su leyenda en 175 000 dólares.

Los constructores privados Pure Vision Desing, cuyo objetivo es lanzar automóviles de ensueño, son los responsables de Hammer, un modelo clásico de Plymouth: el mítico Road Runner, el cual ha sido redimensionado para hacernos recordar aquellos muscle-car de los 70, una época mucho más tranquila que la actual, con el barril de petróleo a menos de 3 dólares y el litro de agua mineral, en ciertos lugares de turismo, más costoso que el de gasolina.

Hammer (martillo) es un Plymouth Road Runner similar a que conducía Don Toretto al final de la película ”A todo gas: Tokyo Drift“ e igual al que aparece en el filme ”Fast & Furious“ (Rápido y Furioso), cintas donde el automóvil es parte principal del elenco.  Solo por ese protagonismo, este vehículo podría haber aspirado a convertirse en una pieza de colección para cualquier amante del automovilismo, pero Pure Vision Desing le agregó nuevos elementos.

Respetando su espíritu original, que traslada del siglo XX al XXI, se ha multiplicado su potencia con un motor HEMI V8 (construido especialmente) de 8.2 litros de cilindrada, sobrealimentado por un compresor para conseguir unos impresionantes 750 CV. Con vistas a apoyar esta diferencia, se habilitó con llantas de 19 pulgadas (Kinetic Desing), neumáticos de perfil bajo y sección 345 en el tren trasero. El chasis fue también mejorado con una excelente suspensión Eaton Detroit.

La dirección ha montado una de Flaming River y los frenos son Wilwood con discos delanteros de 14 pulgadas (350 mm), perforados, para mayor seguridad, pues hay que  recordar que los muscle-car nunca fueron autos muy ligeros. Con la idea de conservar su onda retro, en el habitáculo se montaron asientos forrados en cuero, y una caja de velocidades mecánica de tres marchas. Pero tampoco ha renunciado a cierto toque de modernidad, como ventanillas eléctricas y la hermosa instrumentación de la pizarra, retro-iluminada con luces rojizas.

Con todos estos atributos, el clásico Plymouth Road Runner (que de por sí es todo una joya) se convierte en una máquina  formidable y potente capaz de sacarle un susto a cualquier  auto moderno. Antigüedad, potencia y leyenda lo llevaron a venderse por 175 000 dólares que según se dice, pagaron por él.

 

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Willy Hierro Allen