La Leyenda: MOSKVICH

Creado: Dom, 19/04/2015 - 16:39
Créditos
Willy Hierro Allen
La Leyenda: MOSKVICH

Creada en 1929 como una división del complejo automotor GAZ, la Moscow Automotive Plant estaba destinada a fabricar inicialmente unos 24 000 vehículos ligeros. Así nació la marca de autos Moskvich, que significa moscovita. El Gobierno soviético daba el primer paso para hacer ”el auto de los trabajadores“.

Las primeras unidades que salieron de la Planta Automotriz de Moscú, se entregaron a trabajadores vanguardias, luego se fueron distribuyendo a otros factores de la sociedad soviética. Era un modelo muy básico sin ningún tipo de accesorios. Al atacar Alemania a la Unión Soviética, en 1941, la planta moscovita fue evacuada (como muchas otras fábricas) hacia los Urales y su producción se reconvirtió para la fabricación de material bélico.

Concluida la II Guerra Mundial y la rendición de Alemania, en 1945, el Gobierno soviético obtuvo como botín de guerra (entre otras cosas), la cadena  de producción completa del automóvil Opel Kadet, que llevó desde la ciudad germana de Brandeburgo a Moscú. En 1947, la nueva instalación llamada Fábrica de Autos Compactos de Moscú (M3MA, sus siglas en ruso), comenzó la producción de un automóvil al que llamaron Moskvich 400, el cual estaba basado en el Opel Kadet.

Aunque los ingenieros soviéticos comenzaron a poner de su parte para mejorar el auto original, los Moskvich nunca fueron pensados como íconos de moda, sin embargo, sí eran robustos, confiables y, sobre todo, tenían un precio razonable. En los años 50 hubo nuevos modelos, siempre con la misma filosofía, pero la época de oro del Moskvich fue la década de los 60 y 70. A pesar de que la demanda era egularmente mayor que la oferta (y había que hacer ”cola“ para adquirir uno), comenzó a exportarse a los países socialistas. En los años 70 llegó a Cuba.

En el curso de una reorganización empresarial socialista, en 1969, la automotriz cambió de nombre para llamarse Fábrica de Automóviles de la Liga Juvenil Comunista (AZLK) y siguió la producción con mínimas transformaciones de diseño y motorización. Hasta los años 80, todos los Moskvich eran compactos, de tracción trasera, sedán o familiar, con ejes rígidos y suspensiones de plomo, pero a mitad de esa década un nuevo modelo, diferente, comenzó a gestarse. Y en 1986 salió el Aleko-141, que lo único común que tenía de los Moskvich anteriores, era el motor.

Definitivamente revolucionario, fue el primer hatchback de tracción delantera soviético. Más grande y más cómodo, tenía elementos de seguridad y diseño aerodinámico; estaba “inspirado“ en la carrocería del Simca francés (1307/1308/1309), mientras que la forma longitudinal del motor y la suspensión trasera, imitaba al Audi alemán (80/100). El auto era una sustancial mejora si lo comparamos con los Moskvich anteriores.

Este debió ser un salto cualitativo para la industria automotriz soviética, pero no lo fue. Deficiente calidad de materiales y mano de obra, inadecuada e incompetente dirección y problemas económicos, provocaron la bancarrota.

A inicios de los años 90, un ”lavado de cara“ y un nuevo nombre: Moskvich S.A. (OAO), pero nada, finalmente en 2002, la fábrica se declaró en quiebra. Mágicamente todo quedó detenido: los autos en la línea de ensamblaje, las computadoras en las oficinas, la documentación y los muebles intactos, todo en orden, polvoriento y abandonado. No hay producción ni ingresos ni empleados. Han existido intentos de reanimación, pero sin resultados positivos. Y ahí está, detenida en el tiempo. La marca sigue existiendo.

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Willy Hierro Allen