Con la presentación del Clase B Electric Drive prototipo, Mercedes Benz se incorpora a los fabricantes que ofrecen variantes alternativas de propulsión dentro de su gama de modelos. El prototipo que hemos podido conocer resume las que deben ser las principales características del vehículo que debe estar en el mercado para el 2014, con el nombre oficial de Clase B Electric Drive.
Es otro paso importante hacia la menor dependencia del motor de combustión, el cual ya no posee el férreo dominio de la industria. Afortunadamente, luego del éxito de los automóviles híbridos, los fabricantes han desbordado el tema y ”manejan“ todo un abanico de posibilidades, desde el auto eléctrico hasta la pila de combustible. El prototipo que nos ocupa está concebido con un motor eléctrico de 136 CV de potencia, una cota equivalente a un motor de 2.0 L de desplazamiento, el cual depende de una batería de iones de litio capaz de asegurar la marcha del auto por 200 km. Su recarga será posible desde una toma de corriente de 230 volt o una trifásica de 400, para un servicio más rápido.Por supuesto, estos performances están sujetos a nuestra forma de conducir, intensidad de tráfico, velocidad y otros factores, los cuales inciden por igual en el rendimiento de un motor de combustión interna.
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La batería está situada debajo del piso del habitáculo, delante del eje trasero, en un espacio que Mercedes-Benz llama ”Energy Space“. Según la marca, colocar la batería en ese lugar permite mantener una distribución del espacio del habitáculo y el maletero muy similar a los modelos de la Clase B con motor de combustión. Las ventajas se desprenden por si solas: los clientes no aprecian grandes diferencias y hacen menos rechazo al ”implante“ del nuevo órgano motriz y los costos no se disparan al poder usar componentes y tecnologías de fabricación ya concebidos para los modelos en producción.