Nash "Met" 1954, el primer auto orientado a la mujer

Creado: Jue, 19/03/2015 - 13:36
Créditos
Jorge Esténger Wong
Nash "Met" 1954, el primer auto orientado a la mujer

Hace muy poco tiempo escribíamos sobre el Metropolitan 1955 de Nash, como el primer auto con una campaña de publicidad orientada hacia la mujer. Con sorpresa nos hemos topado, en pleno tráfico habanero, a Mercedes González, entusiasta conductora de uno de los pocos ejemplares que aún circulan en Cuba y que resulta un claro ejemplo de las intenciones de los fabricantes. Veamos su historia tras el salto.

Desde su juventud, no tan lejana como para que sea pasado, Mercedes fue una apasionada de la ciencia y la tecnología. Tanto fue así que, llegado el momento, decidió estudiar arquitectura, y se graduó en el Instituto Superior Politécnico de La Habana, José Antonio Echeverría. Sin habernos conocido jamás, coincidimos durante todos esos años de estudio y, justo durante la redacción de estas líneas, descubrimos más de un amigo en común de aquel entonces, cuando este junta letras se recibiera de ingeniería mecánica automotor.

Pero a lo nuestro. La pasión de Mercedes por la conducción la hizo una amante de los deportes de motor durante toda su vida, pero no se conformó con ”mirar los toros desde la barrera“ y en cuanto la vida le dio la oportunidad compró su primer auto, un Chevrolet 1952. Sin embargo, aunque fuerte y fiable, ese Chevy era un auto insípido, incapaz de provocar una traza de adrenalina. Así, la pasión por la velocidad se mantuvo latente y, casi en secreto, acariciaba la idea de adquirir uno de los pequeños deportivos de los años cincuenta que rodaban en Cuba. Prefería, además, los autos con el repuesto fuera del baúl, al rancio estilo de un Continental.

Todo ese anhelo estalló de pronto ante su vista el día que descubrió entre el tráfico urbano un carrito pequeñito, con líneas deportivas y el neumático de repuesto justo como lo había imaginado. En el baby Nash 1954-55 esto es una necesidad casi única por cuestiones de diseño, pues no había casi maletero, con el espacio detrás del asiento trasero dedicado a albergar la batería. De inmediato Mercedes puso todo su empeño en adquirir aquel simpático carrito, del cual comenzó a buscar información.

Le llevó cinco años persuadir a los dueños, quienes por diversos motivos se resistían a deshacerse de él. Cuando finalmente Mercedes logró convencerles, el pequeño Met estaba literalmente deshecho. En el tiempo que lo tiene ha logrado que vuelva a funcionar, con fiabilidad. Ya disfruta su conducción a diario, pero aún le queda mucho por hacer para restituir originalidad al baby Nash. Esta no es la historia de un auto conservado y restaurado al extremo, sino la singular pasión que dio forma a la intención de la Srta. Evelyn Ay Sempier, Miss América de 1954 y figura de la campaña publicitaria del Met, cuando la definió como la ”…mejor en la que tomé parte, contribuyó al financiamiento de Nash al concurso (Miss América) y a definir a la mujer como una parte activa de la sociedad, como para merecer productos y campañas orientadas a ella, en temas como el automóvil, de marcado carácter masculino en la época…“

Décadas después, Mercedes y su baby Nash 1955 es la mejor prueba de aquellas palabras.

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Jorge Esténger Wong