Este súper auto es una modificación del conocido Nissan Skyline. Se ha trabajado a dos manos: del chasis, suspensión, frenos y carrocería se encargó Veilside, el mejor preparador de vehículos en Japón y responsable de los grandes protagonistas de The Fast and the Furious: Tokio Drift, mientras que el motor fue trabajado por la casa tunera alemana Brabus. Después de los retoques aumentaron las prestaciones, con una velocidad punta que supera los 350 km/h.
El propulsor, un Mercedes-Benz V12 (12 cilindros en V), es sobrealimentado por cuatro turbo, con un desplazamiento de 6.7 litros, DOHC (doble árbol de levas en cabeza) y cuatro válvulas por cilindro (48 en total). Entrega una potencia de 1 000 CV, con un par motor que supera los 1 000 Nm.
Transmite al tren trasero por medio de una caja de cambios secuencial de seis velocidades. La velocidad tope del Nissan Skyline 1000 HP es de 354 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en apenas tres segundos.
Está equipado con discos de frenos en las cuatro ruedas y suspensión independiente. El peso final de este bólido es de 1 000 kilogramos, para una caprichosa relación peso/potencia de un kilogramo por cada caballo de fuerza.
Aunque el Nissan Skyline 1000 HP vio la luz en 2004, no son muchos los súper deportivos que han alcanzado un rendimiento similar.