Son pocos los que conocen el Peugeot Oxia fabricado por la marca del león, en 1988, como versión prototipo. Este superauto todavía sorprende por sus prestaciones, que aún son competitivas ante cualquier deportivo de calle moderno. El Peugeot Oxia sobrepasa los 345 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos y su motor entrega una potencia superior a 650 CV.
El propulsor del Oxia es un V6 biturbo de 2.8 litros de desplazamiento, doble árbol de levas en cabeza y cuatro válvulas por cilindro (24 en total). Su potencia máxima es de 680 CV a 8 200 rpm, con un par motor de 726 Nm a 4 500 rpm. Se desarrolló entre Peugeot, Renault y Volvo, con dos turbocompresores grandes, algo muy común en los años ochenta.
El Oxia superó en circuito cerrado los 350 km/h y aceleró de 0 a 100 km/h en 3.6 segundos. En nuestros días se le considera como uno de los autos más rápidos y potentes de las últimas décadas. En potencia, par motor y prestaciones supera a deportivos tales como Ferrari Enzo, Lamborghini Murciélago, Mercedes-Benz SLR McLaren y Porsche Carrera GT.
El chasis es del tipo "nido de abeja" y la carrocería fue construida de kevlar. Pesa solo 1 250 kilogramos, para una impresionante relación peso/potencia de 1.84 kilogramos por cada caballo de fuerza.