Nuestra columna no acostumbra presentar autos deportivos, pero amigos, cómo pasar por alto este nuevo alarde de Porsche. Tan espectacular como los 9,58 del jamaicano Bolt en los 100 metros lisos, así esperan los alemanes resulte este nuevo bólido, y estandarte de la marca, que mejora todas sus cotas de rendimiento y anuncia una disminución en el consumo de combustible.
El corazón de la séptima temporada del modelo 911 será un motor seis en línea absolutamente nuevo, luego de 35 años de existencia de la versión Turbo en Porsche, de 3,8 litros de desplazamiento y capaz de alcanzar la cota de los 500 CV. Porsche le ha puesto todo: inyección directa de combustible; un nuevo turbocargador de turbina de geometría variable; y la nueva transmisión Porsche PDK la cual incluye siete cambios y doble embrague. Todo esto combinado podrá hacer desaparecer todo alrededor al pisar a fondo el acelerador y llegar a los 100 km/h en apenas 3,2 segundos, hasta alcanzar la velocidad máxima de 312 km/h.
Por supuesto a bordo de este sueño sobre ruedas están todos los sistemas electrónicos encargados de lograr que el auto no solo sea ”manejable“, sino que logre un comportamiento superior en todo sentido. Dirección, frenos y suspensión son una disertación de ingeniería imposible de describir en este espacio.
Lograr lo anterior es todo un palmarés para cualquier marca, pero en Porsche (ahora dentro del Grupo Volkswagen) esto no basta. Lo extraordinario radica en hacerlo y conseguir reducciones considerables en las emisiones de CO2, ahora 18 % menores, y un consumo de combustible de 11.4 l/100 km. Nos queda entonces a los pobres mortales una sola preocupación: los precios ¿se habrá logrado reducirlos también?