Con el éxito de su Serie F de camionetas Ford Motor Co. decide probar suerte en el sector de las camionetas compactas, para ello desarrolla la Ranger, un modelo que durante décadas ha permanecido en el mercado y con presencia en varios puntos del planeta, incluso a través de alianzas con Nissan y Mazda.
El comienzo del uso del nombre Ranger para una camioneta se remonta hasta marzo de 1950, aunque Ford Motor Co. no presentara oficialmente un modelo con este nombre hasta 1983. En aquel entonces Marmon-Herrington anunció una variante de camioneta Ford, con tracción a las cuatro ruedas y empleó el nombre. Más tarde, en 1965, la marca del ovalo azul presentó un paquete de estilo para su popular serie F de camionetas, líder de su segmento del mercado por décadas.
Pero la ”historia oficial“ de la Ranger comienza en 1976, cuando Ford inicia su desarrollo con objetivos claros en la eficiencia de combustible y la calidad del vehículo. En verdad, la intención de la compañía era lograr una camioneta tan capaz y exitosa como la Serie F, pero más económica y cubrir el sector compacto del mercado. Por todo ello la estructura de la Ranger que llega a las calles en 1983 es muy similar a su ”hermana mayor“. La producción de la Ranger comenzó el 18 de enero de 1982, en la planta de Ford en Louisville y las primeras unidades llegaron a los dealers para marzo del propio año.
Los motores de esta primera generación de la Ranger eran de cuatro cilindros en línea, uno de 2.0 litros de desplazamiento y 72 CV de potencia máxima, y otro de 2.3 litros y 86 CV. Además, se ofrecían motores diesel de origen Mazda y Mitsubishi, con un rango de potencia de entre 59 CV hasta 115 CV, este último un V6 de 2.8 litros. En el interior, el camión estaba equipado con asientos especiales, un cuadro de instrumentos muy completo y un centro de la consola opcional. Muchas partes del interior, como los volantes y manivelas de las ventanas fueron compartidas con otros vehículos Ford.