Pionero como es dentro de la I+D en el vasto mundo de la automoción, a Volvo se le encendió otra bombilla y ya proyecta dotar a sus coches en un futuro no muy lejano con la tecnología del volante de inercia KERS (Sistema de Recuperación de Energía Cinética, por sus siglas en inglés), que reduce el consumo de combustible ostensiblemente y hace que un motor de cuatro cilindros parezca de seis.
No en vano, tras recibir una subvención de la Agencia Sueca de Energía por 6.57 millones de coronas, el fabricante escandinavo se puso manos a la obra, junto a Volvo Powertrain y SKF, para implementar la recuperación de energía cinética procedente de la frenada.
”El objetivo —como explicó el vicepresidente de Powertrain Engineering, Derek Crabb— es desarrollar un sistema de recuperación de energía cinética completo y las pruebas con vehículos comenzarán en la segunda mitad del 2011. Esta tecnología permite reducir el consumo hasta un 25 % y proporciona al conductor 80 CV adicionales. Nuestros cálculos indican que el motor de combustión se apaga durante aproximadamente la mitad del tiempo de conducción.“
Esta solución ligera, barata y ecoeficiente, se incorpora en el eje trasero y, durante la operación de reducción, la energía de frenado hace que el volante de inercia gire a 60 000 rpm, permitiendo acelerar el vehículo cuando vuelve a ponerse en marcha o propulsarlo cuando alcanza una velocidad constante, a través de una transmisión diseñada especialmente para ese fin.
El volante de inercia que Volvo empleará en las pruebas de sus vehículos está realizado con fibra de carbono, pesa apenas seis kilogramos y tiene un diámetro de 20 centímetros, por lo que reduce al mínimo las pérdidas por fricción.
"No somos los primeros en probar esta tecnología. Pero nadie lo había aplicado al eje trasero de un vehículo con un motor de combustión que mueve las ruedas delanteras —remata Crabb—. Si las pruebas y el desarrollo continúan según lo previsto, esperamos que los vehículos con volante de inercia lleguen a las salas de exposición en un par de años“.
Así pues, ya saben por qué Volvo significa en latín ”yo ruedo“ y por qué el emblema de la marca, el círculo y la flecha, simboliza el acero de los antiguos alquimistas. Como a pocos, a Volvo le fascina ser ante todo un pionero.