El transporte era muy necesario y con alta eficiencia, pues los recursos eran escasos. Esto provocó una especialización de los vehículos, especialmente los encargados de manejar cargas y Mercedes Benz presentó la furgoneta L319, como su primer camión comercial ligero.
Lo recuerdo con toda claridad de mi infancia, cuando era muy utilizado por una empresa de café. Su color verde estridente resaltaba en el tránsito y, con el paso de los años, un día llegué a extrañarlo. Siendo Mercedes, había “durado” más del triple de sus similares y, desde mi adolescencia, lo creí eterno. No podía imaginar que se trataba de un vehículo histórico: siendo la primera verdadera furgoneta del mundo, en el sentido moderno, y no solo un camión ligero cerrado.
Fue presentada en 1955, en el Salón del Automóvil de Frankfurt. No agradó a los expertos, pero sí a los posibles clientes. Comenzó a producirse en 1956, con una variada gama de carrocerías, aplicaciones especiales y hasta una variante minibús, el O 319.
Era más grande que una furgoneta de reparto estándar, pero más pequeño que un camión convencional pequeño. Sin ser tecnológicamente innovador, tenía una distancia entre ejes alargada, habitáculo situado hacia adelante, y una amplia zona de carga.
Mecánica de la furgoneta L319
La Mercedes L 319 poseía una sólida tecnología, en consonancia con las exigencias de una clientela sensata: un bastidor tipo escalera con largueros y travesaños para el chasis y plataforma. La suspensión delantera, así como la trasera estaban equipadas con muelles semi-elípticos con ejes rígidos delante y detrás y grandes ruedas de 16 pulgadas. Ofrecía el motor diésel OM 636 de 1.8 litros y 43 CV o, el de gasolina de 1.9 litros con 65 CV. Con ambos equipaba una caja de cambios de cuatro velocidades y tracción trasera. La dirección era de cremallera, aunque en opción estaba disponible la dirección asistida. Tenía una capacidad de carga útil entre 1.625 a 1.800 kg para la versión plataforma.
La Mercedes Benz L319 fue producida en Sindelfingen, Düsseldorf y Mannheim en Alemania y Vitoria en España, utilizando kits de piezas suministradas por la planta de Düsseldorf. Se mantuvo en producción, con varias actualizaciones, hasta 1968. Podemos afirmar que fue el precursor de las exitosas Sprinter, Vito y la serie Vario.
