La nueva versión del modelo checo Skoda Octavia incorpora lo último en materia conectividad y ayudas a la conducción.
La cuarta generación del Skoda Octavia será una realidad antes de que finalice el año, según ha confirmado el fabricante checo, que pretende celebrar así los 60 años de una denominación que rescató en la década del 90.
"El Octavia ha sido y sigue siendo el modelo más vendido de Skoda. En 2018, entregamos 388 200 unidades. Tenemos muchas cosas preparadas para la familia de este icono de la marca para este año, justo a tiempo para su aniversario 60", afirmó hace poco el CEO de la marca, Bernhard Maier.
De ese modo, la nueva versión de la berlina verá la luz posiblemente a finales de año, tras compartir alfombra en el Salón de Frankfurt con otros modelos del Grupo Volkswagen, como el VW Golf 8, el Seat León o el nuevo Audi A3, también basados en la nueva arquitectura de la plataforma MQB que promete importantes mejoras.
Con un aumento de cinco centímetros en la distancia entre ejes, por ejemplo, el Octavia promete ser aun más espacioso, precisamente uno de los valores que siempre ha distinguido al modelo, como demuestran los 590 litros de capacidad de su maletero.
Amén de incorporar lo último en materia de conectividad y ayudas a la conducción, ya con todo tipo de frenada automática y las primeras funciones de conducción autónoma, la berlina checa será también más dinámica, al adelgazar 50 kilogramos gracias a la puesta a punto del chasis.
Mientras, la eficiencia asoma como la principal divisa de su oferta mecánica, al pulir el rendimiento de todos sus motores como los gasolina 1.0 TSI y 1.5 TSI entre 115 y 150 CV (ya con filtro de partículas), además de los diesel 1.6 y 2.0 TDI.
Como hizo con el Superb, no se descarta que Skoda incorpore más adelante una versión híbrida enchufable, con 200 CV combinados, y otra a base de gas natural comprimido para completar la gama. En todo caso, y según ha confirmado la propia Skoda, ya queda muy poco para ver a este modelo vestirse de largo.
