Skoda abre el 2019 pisando el acelerador a fondo con el Skoda Scala modelo que aterrizará en el segmento de los compactos a mediados de año.
Basado en el concept Vision RS que vio la luz en París en octubre, tanto por el talante como por sus potencialidades, el Scala demuestra que Skoda es una de las firmas más a tener en cuenta entre los fabricantes generalistas.
Skoda Scala
Y es que el compacto checo saca el máximo partido de la plataforma MQB A0, por lo que, en vez de equipararse al Volkswagen Polo, se acerca más al Golf, con 4.36 m de largo y una batalla de 2.65, por lo que goza de un interior sumamente espacioso al que se añade un maletero de 467 L, ampliables a 1 410 si abatimos los asientos traseros.
De serie el equipamiento incluye grupos ópticos LED y soluciones inteligentes como un sistema de apertura y cierre automático del maletero, mientras la tecnología de vanguardia se aprecia en la pantalla de 9.2 pulgadas sobre el salpicadero conjugada con la instrumentación digital Virtual Cockpit.
Otro de sus puntos fuertes es la seguridad, garantizada por hasta nueve airbags y el sistema opcional Crew Protect Assist, que cierra automáticamente las ventanas y tensa a tiempo los cinturones de los asientos delanteros en caso de colisión.
Mientras, en el confort de marcha incide un sistema de suspensiones con amortiguación variable llamado Control de Chasis Deportivo, que ofrece dos modos de funcionamiento: Normal y Sport.
A todo ello cabe sumarle que el Skoda Scala 2019 llegará a los concesionarios con tres motores de gasolina y uno diésel, entre los 95 y 150 caballos de potencia, a los que más adelante posiblemente se una otra opción de gas natural de 90 CV.
Todas estas mecánicas traen un filtro de partículas, mientras que el diésel incorpora además el compuesto AdBlue para cumplir con la normativa europea de emisiones Euro 6d-TEMP.
