Opacada por el relumbre de los muscle cars, la lucha entre los “humildes” compactos fue despiadada. El AMC Hornet resultó un gladiador que muchos aún desconocen.
Para quienes jamás han conocido su existencia, American Motors Corporation (AMC) fue un fabricante de automóviles norteamericanos, nacido en 1954, de la fusión entre dos “Padres Fundadores” del ramo: la Nash-Kelvinator Corporation y la Hudson Motor Car Company. Resultó un aire fresco por sus novedosos criterios y llegó a plantar cara a los 3 Grandes: Ford, GMC y Chrysler.
En esos años iniciales, su exitoso Rambler puso en alerta a la industria y logró permanecer en el mercado por años. Tras los convulsos sesenta, la crisis de los precios del petróleo impuso cambios y la AMC viviría sus mejores años, llegando a comprar Jeep. También serían sus últimos años.
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En ese momento, presentó el Hornet, nuestro protagonista de hoy, en remplazo del Rambler. Su nomenclatura no era nueva, pues la compañía había retenido los derechos sobre el nombre desde los cincuenta, heredándolos de Hudson, quien había producido el primer modelo llamado así en 1951.
El desarrollo del Hornet tomó tres años y 40 millones USD de la época. El proyecto estuvo bajo la tutela del diseñador Richard A. Teague y el CEO Roy D. Chapin Jr., quienes definieron la filosofía AMC para ese inicio de los 70. Se trataba de un diseño totalmente nuevo, basado en los concept AMC Cavalier y Vixen, el cual no compartía ninguno de los elementos principales de la carrocería, tenía una nueva suspensión delantera, y conservaba secciones del chasis y el tren motriz del Rambler.
Su imagen resulta de lo más acertado, aunque algunos le achacan ser un refrito que aglutina aires del Mustang, el Camaro y el Javelin. Llegó a los dealers en septiembre de 1969, con sedanes de 2 y 4 puertas y sus variantes SST.
La motricidad era responsabilidad de un motor seis cilindros en línea, de 3,3 L y 128 CV, el cual era estándar. Luego, estaba el motor de 3,8 L y 145 CV para los SST. En cualquier caso, se podía escoger el V8 opcional de 5,0 L, carburador Autolite de doble cuerpo y 210 CV de potencia. La transmisión acoplada a cualquiera de ellos era de tres cambios, manual, siendo opcional la automática.
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El nuevo modelo tuvo una buena aceptación en general y resalta la atención de la crítica. La conocida revista Popular Science le dedicó no pocos elogios en su comparativa con los otros compactos rivales cuando decía “…el Hornet 1970 ofrece más espacio interior y una excelente visibilidad en todas las direcciones, logrando también la mayor economía de combustible, resulta el coche familiar más práctico. Mejor valor que cualquiera de los otros".
El AMC Hornet fue el primer automóvil estadounidense con puertas reforzadas con barras internas, para proteger a los ocupantes en caso de un impacto lateral y, para 1973, al incluir una ventana trasera, se convirtió en el primer hatchback diseñado en los EE. UU. El sedan de 4 puertas tuvo un precio de fabrica de 2072.00 USD y en total se produjeron 101 092 Hornet ese primer año de 1970.
El AMC Hornet tuvo corta vida, limitada a una sola generación, hasta 1977. Su plataforma fue también la base para el Gremlin, Concord, Spirit y el innovador Eagle, el primer vehículo de tracción total de AMC. De esta forma su plataforma sobrevivió, al resto de las plataformas compactas de la competencia como el Chevrolet Nova, Ford Maverick, y Chrysler Valiant. AMC fue comprada por la antigua Chrysler en 1987.
